Chamberi auzoa / Barrio Chamberí
Orain gure txoko honetan publiaktzera animatu da. Eta Chamberi auzotik ekin dio. Eskerrik asko Eduardo!
El socio de Celedones de Oro Eduardo Madinaveitia vive en Madrid y una vez jubilado dedica mucho de su tiempo a pasear por la capital de España, retratando y documentando edificios y rincones singulares y los publica en redes sociales bajo el epígrafe de MIS PASEOS POR MADRID.
Ahora se ha animado a publicar en este nuestro rincón. Y comienza con el barrio Chamberí. ¡Muchas gracias Eduardo!
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Llevo casi cincuenta años viviendo en la misma casa del
barrio de Chamberí de Madrid pero, hasta que hace unos meses tomé un café con
Josemari, mi compañero de Preu de hace aún más años, no se me había ocurrido la
idea de pasear por Madrid buscando huellas de Álava. Esta vez tampoco se me
ocurrió; la idea fue suya. Y me pareció una buena idea.
Estoy seguro de que la huella de Álava es mayor de lo que voy
a reflejar en estos artículos. Desde que me lo propuso he encontrado áreas
enteras con nombres de pueblos de Álava por la zona de Coslada y por la de
Fuencarral/El Pardo. Así que la idea va a dar para más de un artículo. Pero
vamos a empezar por lo fácil, lo que me pilla cerca de casa.
Nada más salir me encuentro con la calle Zurbano. Y aunque el
nombre de la calle no se deba al pueblo de las proximidades de Vitoria sino al
general de ese apellido, nacido en Varea, La Rioja, veo que en una de sus
variadas intervenciones en las guerras civiles del siglo XIX creó un “Batallón
de Voluntarios de la Rioja Alavesa” para apoyar la causa isabelina. En 1845,
tras una sublevación apoyando a Espartero, es capturado y fusilado en Logroño
junto a sus dos hijos.
En el inicio de la calle, en su esquina con Génova, justo
enfrente de la actual sede del PP, estuvo durante muchos años la sede en Madrid
del Banco de Vitoria.
Palacio de Zurbano |
Zurbano es una calle en la que convivían edificios oficiales
junto a varias embajadas. Poco después de su cruce con la Calle Almagro nos
encontramos con la Embajada de Suecia y enfrente el Hotel
Santo Mauro, que hace
años era la Embajada de Filipinas (y antes la de Canadá o la de Rumanía). El
edificio fue construido a finales del siglo XIX, con proyecto del arquitecto
Juan Bautista Lázaro, para el Duque de Santo Mauro, cuyos descendientes siguen
ostentando la propiedad del edificio. Recientemente se ha procedido a una
remodelación de la mano del interiorista Lorenzo Castillo. Es uno de los
hoteles de más lujo de Madrid. Sus tranquilos jardines merecen una visita.
Hotel Santo Mauro |
Pero volvamos hacia atrás, por la calle Almagro. Llegamos así
a la Calle Sagasta donde en su número 12 una placa nos recuerda que en ese
lugar vivió y murió el músico vitoriano Jesús Guridi, autor de la zarzuela El
Caserío, de la ópera Amaya y de las Diez melodías vascas, entre otras muchas
obras.
Placa recordando a Guridi |
Si cruzamos a la acera de los impares y avanzamos unas pocas
manzanas nos encontramos con la calle Eguilaz. Como no he podido encontrar el
origen de este nombre (en el barrio abundan las calles que hacen referencia a
las guerras del siglo XIX y ahí podríamos encontrar una explicación) voy a
suponer que se debe a nuestro pueblo, famoso por su Dolmen. En el otro extremo
de la calle, justo en la esquina con la calle Luchana, nos encontramos con uno
de los edificios modernistas más interesantes de Madrid. El antiguo Palacete de
Pilar Portero es ahora un edificio de viviendas. Se construyó en la segunda
década del siglo pasado con proyecto del arquitecto Ricardo Marcos Bausá. Toda
la fachada merece un rato de contemplación, especialmente los balcones, la
puerta y los decorados de las ventanas. Es uno de los mejores exponentes del,
por otra parte escaso, art nouveau madrileño.
Palacete de Pilar Portero |
Si giramos hacia la derecha en la calle Luchana sólo tenemos
que subir unos pocos cientos de metros para encontrarnos otra calle con
resonancias vitorianas. El que fuera Presidente del Gobierno Eduardo Dato no
era precisamente alavés, pero todos los gasteiztarras hemos paseado por la calle
Dato y hemos contemplado en el Parque de la Florida la estatua del presidente
asesinado en 1921 en Madrid.
La calle de Eduardo Dato también merece un paseo contemplando
sus edificios singulares. Ya en su primera manzana nos encontramos con el Colegio Blanca de Castilla (antiguo de las Damas Negras). Construido con
proyecto de Vicente Lampérez es un edificio de ladrillo visto (como otros de la
misma calle), con elementos modernistas y art nouveau. En mi caso tiene además
un aspecto entrañable: es el colegio en el que estudió mi hija Usúe y ahora lo
hace mi nieto Unax. También pasaron por el cole un buen número de famosas: la
actriz Elsa Pataki, la modelo Nieves Álvarez, la deportista Coral Bistuer o la
actual presidenta de la comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso.
Colegio Blanca de Castilla |
Sólo hay que cruzar la calle Fernández de la Hoz y nos
encontramos con otro gran edificio de ladrillo, el actual Colegio Nicoli, hasta
hace poco de San Diego y San Vicente de Paul. Fundado como asilo de San Diego y
San Nicolás a principios del siglo XX por iniciativa de los marqueses de
Vallejo. Tras la guerra civil fue sede de la escuela de Magisterio de la
Iglesia.
Colegio Nicoli |
Si avanzamos un poco más, veremos la torre neomudéjar de la
Iglesia de San Fermín de los Navarros. Se construyó entre 1886 y 1890 con
proyecto de los arquitectos Eugenio Jiménez Corera y Carlos Velasco. Desde 1995
es Bien de Interés Cultural. Es el centro de reunión de nuestros vecinos
navarros en la capital. Es un edificio con una curiosa mezcla de estilos, desde
el neomudéjar del exterior al neogótico de sus tres naves.
Iglesia de San Fermín de los Navarros |
Ya hacia el final de la calle, muy cerca del Paseo de la
Castellana nos encontramos con la Glorieta de Rubén Darío, que está rodeada de
edificios singulares.
Palacio Valencia de Don Juan |
Ya estamos cerca del final de este breve recorrido. Si
cruzamos al otro lado de la calle y avanzamos por la de Fortuny, nos
encontramos con otra calle de resonancias alavesas, la del Marqués de Riscal.
Aunque ese marquesado no sea propiamente alavés, cuando oímos ese nombre lo
primero que se nos viene a la cabeza es la bodega centenaria radicada en
Elciego. Y ahora incluso el Hotel del mismo nombre diseñado por Frank Ghery.
Frontón Beti Jai |
Testua eta argazkiak: Eduardo Madinaveitia (Mis paseos por Madrid)
Bonito recorrido. Gracias Eduardo
ResponderEliminarBenetan interesgarria. Mila esker Eduardo! Muy interesante el artículo, muchas gracias Eduardo por los datos que aportas. Repito, muy interesante.
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