martes, 31 de julio de 2018

MARIANO SAN MIGUEL ESCRIBE PARA NUESTRO BLOG. Erret-martxa eta Zeledona kalejira


Gauza jakina da Mariano San Miguelen Celedon kalejirak ehun urte betetzen dituela aurten. Eta ospakizun desberdinak izango dira gure artean hain arabarra den martxa gogoratzeko eta, aldi berean, bere egilea omentzeko. San Miguel Urrezko Zeledona izan zen 1973an, hil ondoko herri-ezagutza gisa. 

Se está festejando durante 2018  el centenario del pasacalles Celedón, obra del compositor oñatiarra-gasteiztarra Mariano San Miguel Urzelay. Ya hemos publicado algo sobre el tema  en este nuestro txoko, pero hoy queremos traer un escrito que remite directamente el autor de la popular marcha, Celedón de Oro en 1973. Lleva el título de “La Marcha real y el Celedón”. Leamos lo que nos dice:

“Una tarde del pasado invierno entré en cierto “Club” (?) madrileño donde se reúne un grupo de alegres vitorianos, más alegres todos, a pesar de sus canas, que la mayoría de los mozos de ahora, que no se alegran más que viendo dar patadas a un balón (1). Mi entrada fue amenizada por los vitorianos con el Celedón, que uno de ellos interrumpió para dispararme a boca-jarro este escopetazo: “¿En qué se parece el himno de nuestra patria chica, el Celedón que acabas de oír, a la Marcha Real, nuestro majestuoso himno nacional? 

Por detrás de la atrevidilla pregunta vi asomar enseguida las orejas al retruécano del que tanto se abusa en estos tiempos, dándole una extensión ilimitada y resultando, en lugar de un pensamiento ingenioso, atrevido y profundo, una frase chocarrera falta por completo de buen gusto. Guardé silencio y esperé la contestación.
-                          - Pues que los dos se pueden “cantar” con una misma letra. 

      Mi amigo tarareó los cuatro primeros compases de la Marcha Real y las primeras notas del Celedón. Como era de esperar, una lluvia de puñetazos cayó sobre su cabeza. No me hizo maldita gracia el símil, y sin embargo él trajo a mi memoria en aquel momento algo que yo no podré olvidar mientras viva: la noche en que desde un balcón del Real Palacio vi aclamar a nuestro amado Rey, después de haber tomado juramento a aquel Gobierno que presidió Maura y fue integrado por todos los jefes de los distintos partidos políticos.

El pueblo de Madrid, enarbolando banderas nacionales, “tarareaba” con imponente júbilo la Marcha Real. Yo pensé entonces: los ingleses, en caso como éste, los belgas, los franceses, casi todos los hombres del mundo civilizado, “cantarían” su himno nacional. 

Bien está, sin palabras, la marcha que compuso Federico el Grande (2). Nació sin ellas y yo creo que no las necesita, pues que con sus vibrantes notas canta siempre el corazón de los buenos españoles. Pero aquella memorable noche, yo hubiera querido que nuestro himno nacional tuviese letra para haber oído “cantado” todo lo que el pueblo de Madrid decía gritando al terminar de “tararear” la Marcha Real.

El himno de nuestra patria chica, como dijo mi amigo, el Celedón, también nació sin palabras y en esto se parece a la Marcha Real; lo mismo que un elefante se parece a un cepillo, en que ninguno de los dos puede trepar a un árbol. Tampoco el Celedón necesitaba letra, pero la tiene; mala, como mía, pero letra al fin, que podría cantarse a falta de otra mejor. La cantaron muy bien las chicas y chicos de la Coral Vitoriana, en el concierto que con la banda de Ingenieros se celebró ahora cinco años en el Nuevo Teatro. Esto lo ignoraba el autor del retruécano, quien tampoco sabía que yo hice la letra (porque no encontré quien quisiera hacérmela) para que el Celedón pudiera “cantarse” siempre que no hubiera una banda o una bandurria que lo tocara. No trato yo ahora de resucitarla; cayó para siempre en el panteón del olvido, y bien muerta está; pero, amigos míos, recordad que el Celedón tiene letra y empieza así: ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva Vitoria! ¡Viva mi pueblo!...

Mariano San Miguel. Madrid. Julio 1926


     (1)    NOTA DEL EDITOR: No se está refiriendo al Mundial de Fútbol 2018, pero podía haber sido.  
     (2)    NOTA DEL EDITOR: Se creyó en su día  que el autor de la Marcha Real fue Federico II de Prusia, gran aficionado a la música. Dicha creencia nace en 1861 cuando aparece por primera vez publicada en "La España militar"


Nota aclaratoria: lo cierto es que este escrito está extraído del periódico vitoriano “La Libertad” de edición 2 de agosto de 1926. Mariano San Miguel falleció en 1935, a los 55 años.

Argazkia: JMVM 

Mariano San Migueli buruz gehiago / Más sobre Mariano San Miguel

 

sábado, 28 de julio de 2018

LOS NUEVOS CAMPEONES DE MUS DE ALAVA SERÁN AYALESES - MUS TXAPELDUN BERRIAK AIARAKOAK IZANGO DIRA.

Arabako Mus Txapelketa, bere berrogeita hamalaugarren edizioan, abian jarri da gaur goizean Gasteizko Urrezko Zeledonak Plazan. Aurreneko aldiz antolatzen dute Urrezko Zeledonek Arabako txapelketa, bere ibilbidean eten zorian egonda gero. Baina gaur goizeko giroa ikusitakoaren arabera, Txapelketak merezi du, batez ere - Javier Sedano antolatzaile taldearen buruak dioen moduan- hainbat pertsonaren arteko harremana ongarritzen duelako. Eta gaurko kanporaketetan antzeman den moduan, muslarien arteko giroa oso ona da.

Azkenik, datorren abuztuaren 6an lehiatuko diren bi bikoteak Aiarakoak ditugu. Beraz, badakigu norantz joango diren txapelak.

Hoy sábado se ha puesto en marcha el Campeonato de Mus de Alava, en su quincuagésima cuarta edición. Es la primera vez que Celedones de Oro organiza este evento que, estando muy arraigado en el territorio alavés, corría el riesgo de sufrir un corte en su trayectoria. Gracias a la Vital Kutxa, El Correo y el Ayuntamiento de la capital, CO ha vuelto a darle marcha al campeonato territorial, poniendo color en la Plaza de Celedones de Oro, lugar donde han tenido lugar desde las 10 de la mañana las eliminatorias, para la gran final que tendrá lugar el próximo 6 de agosto en el mismo  escenario. Hoy se ha vuelto a demostrar que el mus une y - como dice Javier Sedano, responsable organizador- además hace nacer y fortalece la amistad.

Han sido 64 parejas las presentadas, provenientes de las siete cuadrillas alavesas y Treviño. Y han resultado clasificados para la gran final, a celebrar el 6 de agosto en el mismo escenario, dos parejas ayalesas: Pedro Holgado y Angel Luengas, de Artziniega; y Alberto "Txurru" Mezkorta y Alberto Fernández, de Amurrio.

Ya sabemos hacia dónde marcharán las txapelas. ¿Pero en la cabeza de quién? La respuesta el día 6 de agosto, a partir delas 12 del mediodía, en la Plaza de los Celedones de Oro.


miércoles, 25 de julio de 2018

LA MAYOR TRAGEDIA DEL EMBALSE DE ULLIBARRI GAMBOA. 1958

Monumento recordatorio en Landa
Gaur hirurogei urte betetzen dira Uribarri Ganboako urtegian  tragediarik handiena gertatu zela. Bai, 1958ko Santiago egunean Uribarriko uretan zortzi pertsona ito ziren, txalupa batean zihoazela hura irauli eta bertan zeudenak uretara erori ondoren. Bat bakarrik salbatu zen.

Hura hurbildik bizi genuenok ezin dugu ahaztu zein nolako saminak bete zuen inguru guztia, batez ere Eskoriatza, itotakoen jatorrizko herria.

Hoy se cumplen sesenta años desde que en el embalse de Ullibarri Gamboa se produjo la mayor tragedia de su historia. Aún no se había inaugurado oficialmente el embalse - se haría justamente un mes después, el 25 de agosto- y ya sus aguas se cobraban un elevadísimo tributo. Fueron ocho vidas
Tres de los fallecidos
jovenes las que se perdieron en un abrir y cerrar de ojos. Sólamente se salvó uno de los que ocupaban aquella pequeña embarcación, de nombre "Dorletako Ama"


Los que vivimos de cerca aquella tragedia en la tarde del día de Santiago de 1958 no podremos olvidar jamás el sentimiento de dolor que se apoderó de Ullibarri Gamboa y alrededores. Obviamente la población gipuzkoana de Eskoriatza, lugar de orígen de la mayoría de los fallecidos, fue la que más sufrió con la desaparición de ocho de sus hijos e hijas.

La prensa local se hizo al día siguiente eco de lo sucedido. No siempre de manera correcta, pero en general la información fue bastante rigurosa con lo sucedido. He querido recuperar algunas reseñas del entonces Pensamiento Alavés, de los días 26, 28 y 29 de julio.
 Josemari Velez de Mendizabal

Argazkiak: JMVM

viernes, 20 de julio de 2018

ARABAKO MUS TXAPELKETA. HISTORIA. CAMPEONATO DE MUS DE ALAVA


Hil honen 28an Arabako 54. Mus Txapelketaren lehen partidak izango dira, Gasteizko Urrezko Zeledonak plazan. Aurreneko aldiz UZek antolatzen dugu norgehiagoketa hau, nola ez!, Javier Sedanoren esku trebeari esker. Javierrek berak bidali digu ondoko idazkia, Txapelketaren gaineko zertzelada batzuekin. Eskerrik asko, Javier.
Estamos a las puertas de la celebración del V Campeonato de Mus Celedon que en este año se constituye en Campeonato de Mus de Alava. 54. ARABAKO MUS TXAPELKETA. 

Sesenta y cuatro parejas serán las contendientes el próximo 28 de julio en un escenario tan nuestro como lo es la Plaza de los Celedones de Oro.

¿Y por qué un campeonato al aire libre?, pues sencillamente por la popularidad. Hay un importante capítulo dentro de nuestra historia de juegos y deportes vascos, todos singulares y únicos, donde no podía estar ausente el tradicional juego de cartas, nuestro mus, que ya en 1745 está recogido en el Diccionario trilingüe vasco-castellano-latín donde lo cita el filósofo vasco y jesuita Manuel Larramendi.  El mus alavés ha visto en los 54 años de celebración
como campeonato de Alava la presencia de 127 diferentes localidades en litigio. 

El último sábado de julio llegará el exigente examen a los buenos muslaris, donde la pareja de campeones no pueden perder una sola partida para poder colocar en su testa la ansiada txapela, máxima gloria de cualquiera que se precie un “sabio del mus”   

Pero sobre todo, por encima de los resultados está que nos juntamos un buen número de amigos para divertirnos. Aquí, en esta querida tierra, todos nos conocemos. Tan importante es la cita  que hay verdadera ilusión. Nos decía Marta, del bar Kiko de Villabuena que de su localidad acuden seis parejas. Lo cierto es que tendremos representación de las siete cuadrillas de Alava, además de los incondicionales de Treviño.

Esther García, de Fontecha, subcampeona de Alava en 2004 y tercera en 2006, mejor historial femenino, no se pierde una cita y también estará ante el tapete. Marcelino Teso y Berna Caramazana, campeones de Alava en 2009, 2013, 2015 y 2016 ya tienen hecha la inscripción, al igual que Angel Luengas y Pedro Holgado, de Artziniega que fueron campeones en 1995, 1999, subcampeones en 2002, sextos en 1996. séptimos en 1989 y 1992, pero además Pedro Holgado es el mejor historial del campeonato de Alava, ya que a los títulos citados hay que añadir que junto a su hijo Eduardo también fueron campeones en 2003 y 2005 además de campeones de España en 2001 en la cita que reunió a 86 parejas en el Casino Tamarindos de Gran Canaria. 

Faltaba por conocer para redondear este breve historial si José Luis Petralanda, de Labastida podrá estar presente, lo que le daría la cifra de 41 años jugando el campeonato alavés. 

Hay muchos mas históricos presentes en esta edición de 2018, pero lo cierto es que el título que mas se valora al finalizar la jornada, es la amistad. Por eso, solo por eso, nos animamos a juntar tantas ilusiones. 
  
JAVIER SEDANO




Argazkiak: El Correo, Urrezko Zeledonak

miércoles, 18 de julio de 2018

BEETHOVEN Y SU BATALLA DE VITORIA


Beste ekarpen bat dakargu gaur txoko honetara, 1813ko Gasteizko Batailarra garamatzana. Baina batez ere Beethoven dugu protagonista, bera izan baitzen Arabako hiriburuan eta inguruetan burutu zen borroka armatuaren gaineko musika konposagilea. Ez dirudi 1813an bertan sortutako konposizioa azkar iritsi zenik guganaino. Dakusagun. 

No parece que las noticias del éxito de Beethoven con su composición dedicada al General Wellington, también denominada Batalla de Vitoria, llegara hasta nuestras tierras muy rápidamente. En mi lectura de periódicos antiguos me he encontrado con la siguiente información en un ejemplar de “El anunciador vitoriano” de 23 de junio de 1886:

Don C. Jausoro, hijo de Vitoria, nacido en la Correría y residente hoy en Bilbao, ha escrito un pequeño libro titulado “Un poco de Música, sin pentagrama” En la introducción de dicho librito refiere lo siguiente, copiado de la Obra “Músicos célebres”:

“Después de 1810, uno de los años más fecundos en obras maestras en la existencia de Beethoven, su posición pecuniaria fue de nuevo comprometida de resulta de la baja de los valores austríacos y su pensión de cuatro mil florines (1) se redujo en limpio a ochocientos.

En lo más recio de tales contratiempos escribió (1811) la música de tres canciones de Göethe y la overtura de “Egmont”, y en 1812 la de “Las Ruinas de Atenas” y la del “Rey Esteban” Por grande que sea el mérito de tales composiciones, debía quedar eclipsado por la “Batalla de Vitoria” sinfonía militar para dos orquestas ejecutada en el Aula de la Universidad el 8 y 12 de diciembre de 1813.
¡Momento decisivo en la carrera de Beethoven! Sus amigos triunfan, sus adversarios ceden, reducidos esta vez al silencio. El redactor de la “Gaceta Musical” de Leipzick, periódico nada sospechoso, es simplemente eco de la opinión universal cuando escribe: 

“Por lo que respecta a la “Batalla de Vitoria” forzoso es convenir que, para expresar por medio de sonidos las peripecias de un combate, nada tan propio como los medios que el autor emplea. Aceptado su intento, asombra y arrebata a la par ver aplicados los elementos del arte con tal genio para alcanzar el fin que se proponía. El efecto y la ilusión ha sido completos y puede afirmarse sin restricción alguna que no existe en el género imitativo una obra parecida a ésta"

Los anteriores renglones habían ya llamado mi especial atención la primera vez que los leí, por el nombre de la batalla y la fecha en que se dio, pero al volver a leerlos crece en mí más y más el vivísimo deseo de proporcionarme esa sinfonía militar para tener la honra de ofrecerla al Ayuntamiento vitoriano y a la Diputación de Álava.  

Al expresarme así, no hago vano alarde de patriotismo hacia mi país natal. Si la música de que se trata pudiera hallarse fácilmente en un almacén, por más que éste se hallara en un punto lejano y recóndito del globo, allá me hubiera dirigido (existiendo servicio postal) callandito, sin decírselo a nadie y mucho menos al público. Pero como ignoro dónde podrá encontrarse esa partitura ansiada, y aun si sería posible su adquisición, teniendo en cuenta el derecho de propiedad me atrevo a lanzar mi deseo de publicidad por si hay alguien que pueda dar con la obra y quiera realizar mi objeto o contribuir a su realización"


Este mismo texto del señor Jausoro apareció en la revista Euskalerria en el mismo año 1886. Como decía al principio, de las precedentes líneas se desprende que la composición que había hecho que Beethoven resurgiera de sus cenizas económicas era aún en 1886 totalmente desconocida en Vitoria-Gasteiz y alrededores. 

Dos siglos más tarde, el investigador Iñigo Bolinaga – autor de la novela “Sinfonia guerrera” (2013.Txertoa) publicó un interesante trabajo titulado “Beethoven y la batalla de Vitoria” en la revista digital Euskonews (2013-06-19) y de aquél extraigo estas líneas: 

“La Victoria de Wellington, Batalla de Vitoria o Gran Sinfonía Guerrera, como también fue conocida la composición, se estrenó en el contexto de un acto benéfico a favor de los soldados heridos en la batalla de Hanau. Fue el 8 de diciembre de 1813 en la gran sala de la Redoute de la universidad de Viena. Para acentuar el evidenciado carácter descriptivo de la composición, la melodía fue teatralizada por una serie de actores vestidos de soldados, unos franceses y otros británicos, cuyos movimientos fueron rápidamente identificado por la audiencia, ya que Beethoven había asignado a cada bando diferentes y características melodías dentro de su sinfonía: Rule Britannia y God save the King, solemnes y muy representativas, simbolizaban a las fuerzas de Su Majestad, mientras que las del emperador Bonaparte tuvieron que conformarse con el no tan digno Mambrú se fue a la guerra, lo que daba la nota de cuál era la preferencia del compositor. Junto a ella también se estrenó la Séptima Sinfonía, pero fue la de Vitoria la que cosechó mayor éxito. Tales fueron las aclamaciones que obtuvo al final del concierto, que tuvo que repetirse el 12 de diciembre, el 2 de enero, el 27 de febrero y el 25 de marzo. La Batalla de Vitoria aportó a Beethoven reconocimiento, fama y dinero, produciéndose la irónica situación de que la composición que le dio a conocer verdaderamente a nivel mundial fue una obra facilona, de interés comercial, de la que poco tiempo después terminaría por renegar”


     (1)    En 1809 la aristocracia de Viena, en virtud de un convenio entre el Archiduque Rodolfo y los príncipes Lobkwitz y Kinsky, aseguró a Beethoven una pensión anual de cuatro mil florines.



Josemari Velez de Mendizabal



Para oir la composición de Beethoven



Argazkiak: Artium, Iñigo Bolinaga