Gauza jakina da
Mariano San Miguelen Celedon kalejirak ehun urte betetzen dituela aurten. Eta
ospakizun desberdinak izango dira gure artean hain arabarra den martxa
gogoratzeko eta, aldi berean, bere egilea omentzeko. San Miguel Urrezko
Zeledona izan zen 1973an, hil ondoko herri-ezagutza gisa.
Se está festejando durante
2018 el centenario del pasacalles
Celedón, obra del compositor oñatiarra-gasteiztarra Mariano San Miguel Urzelay.
Ya hemos publicado algo sobre el tema en
este nuestro txoko, pero hoy queremos traer un escrito que remite directamente
el autor de la popular marcha, Celedón de Oro en 1973. Lleva el título de “La
Marcha real y el Celedón”. Leamos lo que nos dice:
“Una tarde del pasado
invierno entré en cierto “Club” (?) madrileño donde se reúne un grupo de
alegres vitorianos, más alegres todos, a pesar de sus canas, que la mayoría de
los mozos de ahora, que no se alegran más que viendo dar patadas a un balón (1).
Mi entrada fue amenizada por los vitorianos con el Celedón, que uno de
ellos interrumpió para dispararme a boca-jarro este escopetazo: “¿En qué se
parece el himno de nuestra patria chica, el Celedón que acabas de oír, a la
Marcha Real, nuestro majestuoso himno nacional?
Por detrás de la
atrevidilla pregunta vi asomar enseguida las orejas al retruécano del que tanto
se abusa en estos tiempos, dándole una extensión ilimitada y resultando, en
lugar de un pensamiento ingenioso, atrevido y profundo, una frase chocarrera
falta por completo de buen gusto. Guardé silencio y esperé la contestación.
- - Pues que los
dos se pueden “cantar” con una misma letra.
Mi amigo tarareó los
cuatro primeros compases de la Marcha Real y las primeras notas del Celedón.
Como era de esperar, una lluvia de puñetazos cayó sobre su cabeza. No me hizo
maldita gracia el símil, y sin embargo él trajo a mi memoria en aquel momento
algo que yo no podré olvidar mientras viva: la noche en que desde un balcón del
Real Palacio vi aclamar a nuestro amado Rey, después de haber tomado juramento
a aquel Gobierno que presidió Maura y fue integrado por todos los jefes de los
distintos partidos políticos.
El pueblo de Madrid,
enarbolando banderas nacionales, “tarareaba” con imponente júbilo la Marcha
Real. Yo pensé entonces: los ingleses, en caso como éste, los belgas, los
franceses, casi todos los hombres del mundo civilizado, “cantarían” su himno
nacional.
Bien está, sin palabras,
la marcha que compuso Federico el Grande (2). Nació sin ellas y yo creo que no
las necesita, pues que con sus vibrantes notas canta siempre el corazón de los
buenos españoles. Pero aquella memorable noche, yo hubiera querido que nuestro
himno nacional tuviese letra para haber oído “cantado” todo lo que el pueblo de
Madrid decía gritando al terminar de “tararear” la Marcha Real.
El himno de nuestra
patria chica, como dijo mi amigo, el Celedón, también nació sin palabras y en
esto se parece a la Marcha Real; lo mismo que un elefante se parece a un
cepillo, en que ninguno de los dos puede trepar a un árbol. Tampoco el Celedón
necesitaba letra, pero la tiene; mala, como mía, pero letra al fin, que podría
cantarse a falta de otra mejor. La cantaron muy bien las chicas y chicos de la
Coral Vitoriana, en el concierto que con la banda de Ingenieros se celebró
ahora cinco años en el Nuevo Teatro. Esto lo ignoraba el autor del retruécano,
quien tampoco sabía que yo hice la letra (porque no encontré quien quisiera
hacérmela) para que el Celedón pudiera “cantarse” siempre que no hubiera una
banda o una bandurria que lo tocara. No trato yo ahora de resucitarla; cayó
para siempre en el panteón del olvido, y bien muerta está; pero, amigos míos,
recordad que el Celedón tiene letra y empieza así: ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva
Vitoria! ¡Viva mi pueblo!...
Mariano San Miguel. Madrid. Julio 1926
(1) NOTA DEL EDITOR: No se está
refiriendo al Mundial de Fútbol 2018, pero podía haber sido.
(2)
NOTA DEL EDITOR: Se creyó en su día que el autor de la Marcha Real fue Federico II de Prusia, gran aficionado a
la música. Dicha creencia nace en 1861 cuando aparece por primera vez publicada
en "La España militar"
Nota aclaratoria: lo
cierto es que este escrito está extraído del periódico vitoriano “La Libertad”
de edición 2 de agosto de 1926. Mariano San Miguel falleció en 1935, a los 55
años.
Argazkia: JMVM
Argazkia: JMVM
Mariano San Migueli buruz gehiago / Más sobre Mariano San Miguel
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