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lunes, 10 de junio de 2019

175 AÑOS DE BOMBEROS DE VITORIA-GASTEIZ. 175 URTE


Desde muy antiguo, el fuego, junto con las guerras, las plagas y las enfermedades, ha venido siendo una de las mayores amenazas que ha sufrido y
sufren los habitantes de nuestros pueblos y ciudades. Nuestra ciudad tampoco ha sido nunca ajena a esta situación y prácticamente desde su fundación ha sufrido continuos e importantes incendios, de los cuales algunos han marcado su propia construcción y desarrollo. Así describe el Chronicon Burgense, en referencia al incendio del 11 de abril de 1202, en el que la pequeña ciudad de la colina quedó prácticamente arrasada, "Fuit Victoria combusta, et multi homines et mulieres in die de Parascave, nocte tamen praecedente". 

Gasteizko suhiltzaileak, 1916 (E. Guinearen argazkia)

Pero tuvieron que pasar muchos años, y por tanto muchos incendios, para que la ciudad organizara un servicio específico que los combatiera. Esto sucedió en 1844, con la formación del Cuerpo de Zapadores-Bomberos de la ciudad de Vitoria, mediante la publicación del primer reglamento, el 13 de marzo de ese año, para la sustitución de las brigadas  vecinales que acudían a sofocar los incendios, a las que se sumaban las guarniciones castrenses cuando éstos alcanzaban una dimensión considerable.
Desde entonces, el Servicio de Bomberos de la ciudad ha ido, en estos 175 años, evolucionando con ella hasta ser un orgullo de modernidad y funcionamiento.

La historia del servicio es la historia de la ciudad aunque quizás no se conozcan bien algunos detalles de la misma. Porque, por ejemplo, Vitoria-Gasteiz también tuvo "su incendio catedralicio". Así en 1856 se producía un gran incendio en la torre de la catedral de Santa María, "...y en tanto la torre se convertía en una hoguera comenzando a propagarse a los tejados del templo, debiendo limitar los esfuerzos de los que inútilmente lo combatían a defender la iglesia...". La cual pudo salvarse más no la torre y el pórtico que quedaron muy mal parados.

Pero mientras los incendios seguían sucediéndose los bomberos iban evolucionando. Es cierto que en 1844 la ciudad se dota de una organización especializada, pero los primeros bomberos, "voluntarios-compensados", eran más héroes que técnicos, donde el valor y la voluntad sustituía al equipamiento y la formación, y tuvieron que pasar unos años, hasta 1890, para comenzar una prestación "semiprofesional-remunerada". Esto es, la función de bomberos no era su profesión principal si no que quedaba como algo complementario a otras tareas laborales.

Desde el antedicho año de 1890 hasta el último tercio del siglo XX, el servicio de bomberos sigue evolucionando y habitualmente mejorando, si bien durante la guerra civil y años posteriores también tuvo sus momentos de grandes dificultades.  Es a partir del año 1959 cuando comienza una notable mejora tanto en materiales como en las condiciones laborales de las personas que componían el servicio.

La ciudad mientras tanto iba creciendo a un ritmo constante y por lo tanto también crecían sus problemas. Se debe recordar que la ciudad pasó de tener 52.206 habitantes en 1950 a tener 136.873 en 1970. Esto es, en 20 años la población casi se triplicó y por tanto los riesgos asociados a ella. 

Pero el gran salto organizativo se produjo en los años 70 con la Subjefatura de
Efemeridea ospatzen ari, 2019-05-11
Ladislao Millán Montoya que infundió a la organización un nuevo sentido incorporando nuevas funcionalidades como el salvamento mediante la creación de una unidad de buceo, la desencarcelación en accidentes de tráfico y otras, así como el traslado del servicio desde la antigua base de la cuesta de San Vicente a la actual ubicación en la calle Aguirelanda. Posteriormente en los años 80 y principios de los 90 se produjo otro gran salto, incorporando la formación previa al acceso al puesto de bombero, modernizando más las estructuras, los equipamientos y la organización, destacando en este último punto, la creación de una unidad técnica de prevención que complementara el trabajo operativo. Cabe destacar también que esa unidad técnica de prevención fue dirigida inicialmente por Raquel Gómez Mardones, arquitecta, siendo la primera vez en la historia de bomberos que una mujer forma parte del servicio. A Raquel le han seguido muchas otras tanto en la parte técnica como en la operativa, comenzándose algo debiera de ser normal, pero no lo era, como es la incorporación plena de las mujeres a un servicio como es el de bomberos.

Es cierto y por tanto tampoco hay que ocultarlo, que en todo proceso de cambio se producen momentos de tensión, y el servicio de bomberos, siempre en permanente adaptación al medio, a lo largo de esos años no ha sido ajeno a dichas tensiones. Pero no es menos cierto que al final lo importante no es lo que pasa sino lo que queda, en este caso un servicio de bomberos moderno que presta un servicio técnico de alto nivel, a la altura de los actuales problemas de la ciudadanía.

Por ello creo que debemos celebrar ese 175 cumpleaños junto a todas aquellas personas que de una u otra manera han sido o son parte de la historia y la realidad actual del servicio. 

Zorionak suhiltzaileak, zorionak Vitoria-Gasteiz.


Pedro Anitua Aldekoa

Director de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno Vasco

Jefe del SPEIS de Vitoria-Gasteiz en excedencia

Socio de Celedones de Oro