sábado, 30 de mayo de 2020

BASELIZAK ETA KOMENTUAK. ERMITAS Y CONVENTOS. ESPACIOS SAGRADOS LIMINALES


 ERMITAS Y CONVENTOS RURALES. ESPACIO SAGRADO LIMINAL
  

Baselizak eta herrietako komentuak, erligiotasun ikurra bezala, definitu gabeko arlo batean betidanik kokatu omen dira mendeetan zehar. Herriaren eta basoaren tarte horretan eraiki dira, esparru “liminala” izenekoan. Zentzu honetan, eta gure gizartearen historioan, komunitateak herriko elizaren inguruan segutitate espazioa sortu ohi du: kristautasun lekua. Herritik kanpo, ordea, seguritate gabeko saila izaten dugu: basatia eta kristaua ez den lekua.

Bi kontrako kontzeptutaz ari naiz:Bezatutzat ematen den arloa eta aurrean basatia den arloa. Herria eta basoa. Kristautasuna eta fedegabekotasuna. Baseliza eta zenbait komentu basatia den partean dagoen kristau eremua dela esan liteke. Definitu gabeko muga honetan aritu dira baselizetatik egindako ritualak eta ekintzak, eta gaur egun XXI. mendean eguneraturik herriak berak sortutako liturgia berriak burutzen dira baselizeen inguruan
 
La religiosidad ha estado marcada siempre por su relación con la actividad social. Ya estudiosos del fenómeno como Tylor (1871) establecían que la religión en cualquier grupo humano obedecía a la necesidad de contacto con lo sobrenatural, pero también al deseo de normativizar y regular la vida social de la comunidad. Se subraya de esta forma la secular relación, no necesariamente antagónica, entre lo sagrado y lo profano.

En este sentido en la colectividad humana agrupada en torno a la estructura de villa, aldea o pueblo se recreaban aspectos que tenían que ver con lo trascendente y con lo sagrado. De igual forma se definían lugares refugio, lugares seguros y zonas exteriores o de peligro donde la indefensión era patente. Lugares limpios y lugares sucios. Lugares civilizados y lugares salvajes. Espacios domesticados por la civilización, por las leyes o por la fe; y por el contrario espacios sin domesticar, donde se encuentra lo desconocido, morada de la barbarie, de lo salvaje o de lo infiel. Muchos de estos conceptos que ahora nos parecen superados, han permanecido en el imaginario de nuestros pueblos hasta hace relativamente muy poco tiempo.


            La villa, agrupada alrededor de la iglesia y al abrigo de murallas (ahora esas murallas pueden ser virtuales o psicológicas) y casas de fuertes paredes se convertía en el lugar civilizado por excelencia. Zona segura, protegida por Dios y por la fuerza de la ayuda comunitaria. En este espacio del pueblo la vida social se encontraba regulada y el espacio natural había sido domesticado, por la agricultura y la ganadería en su aspecto ecológico y económico; y por la religión en su aspecto trascendente o social.

           
Fuera de los muros del pueblo quedaban los prados y el bosque. Ese era el espacio salvaje donde las reglas eran marcadas todavía por la propia naturaleza. Durante muchos siglos el bosque fue lugar habitado por fuerzas sin control. Espacio inseguro, oscuro, salvaje.  Basta recordar al médico suizo Paracelso que en el siglo XVI dibujaba y describía con todo lujo de detalles imaginados a los habitantes de los bosques europeos: seres deformes, monstruosos, diablos con forma de árbol, ninfas, silfos, brujas, gnomos y un largo etc... Recordemos que todos hemos crecido bajo el influjo de cuentos que nos hablaban de lobos feroces, brujas, gigantes y hombres malos que nos podían devorar si nos adentrábamos solos en el monte.
           
Dos conceptos opuestos: espacio seguro frente a espacio peligroso. El pueblo como civilizado y el bosque como espacio de barbarie han estado acotados y bien definidos. Pero también es cierto que, desde la poderosa influencia de la tradición católica, se señalaba un ámbito intermedio, un espacio fronterizo, límite entre “dentro del pueblo” y “fuera del pueblo”, dentro de la seguridad y fuera de la misma. Así encontramos en ese espacio en el límite entre lo civilizado y lo salvaje elementos arquitectónicos o simbólicos como cruceros, cementerios, conventos y ermitas.

Las ermitas, templos del bosque (es paradigmática la acepción en euskera de la palabra. Baseliza = baso + eliza = bosque + iglesia), surgen como espacios sagrados en territorio profano, o cuando menos en la frontera entre lo religioso y lo profano. En muchos casos la construcción cristiana se asienta sobre un lugar donde anteriormente han existido castros celtas, asentamientos romanos o simplemente un claro del bosque donde se celebraban prácticas precristianas. Ha ocurrido también en el caso de numerosos conventos.  La ermita sería así un espacio que nadaría en la liminalidad, ese terreno que tan bien definía Van Gennep; ese espacio límite, frontera entre la seguridad de lo civilizado y la inseguridad de lo no controlado por el hombre.
Quienes en principio habitaban las ermitas, eran eremitas que abandonaban la seguridad de la comunidad de vecinos del pueblo. Con los conventos ocurría algo muy parecido, sujeto a las normas de las distintas reglas religiosas. Unos lo hacían voluntariamente para orar en silencio y cerca de Dios, otros lo hacían obligados con objeto de purgar algún pecado o mala acción. En ambos casos muchas personas, con vocación más o menos definida, recurrían a la ermita o al convento extramuros como espacio alejado, como espacio exterior donde vivir de forma contemplativa y en fusión con la naturaleza. Eran de alguna forma colonizadores para la religión de un espacio que se encontraba en territorio de fuerzas malignas.

            A pesar de que los rituales más importantes de la comunidad se realizaban en la iglesia del pueblo, templo que representa el núcleo central del mundo seguro y civilizado, se debía intentar controlar a la naturaleza. Por eso, durante determinados días al año era necesario conjurar a las fuerzas desatadas y salvajes. No en vano de la naturaleza dependían en buena parte las cosechas y por lo tanto la economía de subsistencia del grupo humano.
Por ello muchos de estos ritos de petición de beneficios agrícolas y de salud se realizaban fundamentalmente desde liturgias que tienen lugar en las ermitas o conventos: ofrendas de productos del campo, peticiones particulares o familiares, rogativas, procesiones, romerías...Es en este espacio liminal desde donde se intenta conjurar a las fuerzas del mal, pidiendo que se alejen las tormentas, el pedrisco, la sequía o las epidemias.

            Los santos protectores tienen su eficacia. Como muy bien apunta ese extraordinario antropólogo alavés que es Josetxu Martínez Montoya [1] ...el espacio ritual cambia, los referentes climáticos y organizacionales varían, pero el agente social es el mismo. Es el pueblo el que intenta proteger los campos que ha sembrado meses antes.

            Hoy, la geografía alavesa sigue teniendo vida en mucho de estos espacios liminales, Nuestra Señora de Angosto, en el valle de Valdegobia o Ibernalo, en Santa Cruz de Campezo, siguen teniendo vida y sentido para las comunidades cercanas. Edificios o instituciones, rodeadas de un misterioso silencio (en muchos casos en ruina) son testigos de unas tradiciones y una historia que reinventamos, readaptamos o redefinimos constantemente, desde la voluntad de seguir siendo un grupo humano que se considera y autodenomina pueblo.

Fotografías: Estas magníficas copias antiguas han sido conocidas gracias a la escritora e investigadora, experta en nuestro patrimonio arquitectónico, Camino Urdiain. Por sus referencias sabemos que fueron encargadas por la Diputación Foral de Álava a Schommer Koch en 1950 (ATHA-DAF-DAI-PP-005-094 a97)



[1] Mtz. Montoya J. (1996) Pueblos, ritos y montañas. Prácticas vecinales y religiosas en el tiempo y en el espacio de la comunidad rural. Bilbao. Desclée De Brouwer.

jueves, 28 de mayo de 2020

GAURKOTASUN-IRITZIAK / OPINIONES DE ACTUALIDAD (3)

Gauden ez ohiko egoera honetan, gure blogean bazkide eta lankideen iritziak publikatu nahi ditugu, ondoko galderen inguruan. Askatasuna eman da erantzunen luzera eta erabilitako hizkuntzari dagokionez.
1.- Zer adierazi du osasun-egoera honek zuretzat? 
2- Aurrerantzean aldatuko al da da ezertan gure bizitza?
3.- Ospatuko al dituzu Andre Mari Zuriko hurrengo  jaiak?

En el estado actual de alarma en que nos encontramos hemos querido pulsar la opinión de nuestros socios y colaboradores, y se han formulado tres preguntas, dando libertad para la extensión de la respuesta y el idioma elegido:
1.- ¿Qué está suponiendo para tí la actual situación de crisis?
2.-  ¿Crees que cambiará en algo nuestro proceder social en el futuro?
3.- ¿Celebrarás las próximas fiestas de la Virgen Blanca?
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SANTI ARCEDIANO (Historiador del arte)

1.- Un fastidio, un incordio y muy a menudo bastante dosis de desconfianza en el prójimo. Sobre todo observando el comportamiento cretino de unos cuantos individuos en el llamado camino de la desescalada hacia "una nueva normalidad". Que son unos cuantos los descerebrados, y no la mayoría, da en esta ocasión igual; en una pandemia vírica como en la que estamos inmersos se necesitan unos cuantos para que en proporción geométrica lastren a toda una sociedad; y más como se sabe ahora -a 24 de mayo- los recursos existentes para minimizar los riesgos de contagio y sus temidos rebrotes. Incluso a menudo me produce un poco de rabia hablar de esto, sea cual fuere el foro; se corre el riesgo de caer en falsas moralinas. Opino que quien más aplaude en público es luego a menudo quien menos cumple socialmente cuando "desaparecen las cámaras en el balcón" y otras tribunas.  
  
2- Básicamente, no. Para bien y para mal. Como la famosa peste negra de 1347-1348 y sus brotes todavía mortíferos en los siglos posteriores hasta mediados del XVII, se necesita todavía desgraciadamente una mayor mortandad para que el común procese la gravedad de esta situación y cambien las mentalidades y los comportamientos colectivos. Claro; ¡como siempre se mueren otros! a mí, plin. Como tengo derechos. ¿Y las obligaciones, dónde quedan?

En todo caso se potenciarán más si cabe las actitudes, aptitudes y resortes psicológicos de cada individuo. Los ciudadanos que sean eso, cívicos, probablemente mejoren todavía mucho más su carácter y su impronta; mientras que los incívicos y bandarras también lo harán, pero por el lado más egoísta e insolidario.  

3.- Particularmente casi nunca he sido partícipe activo -subrayo activo- de ningún tipo de fiesta. Es algo de lo que nunca me he arrepentido.  No soy de multitudes. ¡Qué le vamos a hacer! Eso sí, como a todos me gusta la alegría y la confraternización, y compartir "espacios comunes". Curiosamente he tenido la suerte de pasármelo muy bien -incluso fantásticamente- en mis años mozos y no tan mozos ya, tanto en las Fiestas de La Blanca, como en la retreta de San Prudencio y en las vísperas del Día de Santiago. Quizá haya sido siempre más por mérito de mis amigos y algunos otros compañeros. Pero uno sabe acompañar -sin desentonar, creo o espero- cuando se encuentra rodeado de gente sana, festera y muy diversa. También he tenido bastante suerte, lo reconozco.

Mis celebraciones, comedidas. Así ha sido siempre. Y las próximas fiestas de la Virgen Blanca, virtuales o no, mucho más recogidas y menos multitudinarias, las viviré y las disfrutaré, sin duda, a mi manera. Como Frank Sinatra. 

JOSE ANTONIO CRISTOBAL (Responsable del Teléfono de la Esperanza) 




1.-. Me está dando muchas oportunidades para poder realizar muchas tareas importantes y programas para poner en práctica lo que cada persona puede hacer en su cuidado de salud a su alcance con programas "POST PANDEMIA" en los parques públicos y verdes, de los que tantos tenemos aquí cercanos de nuestras puertas de casa ...en nuestra querida Gasteiz, y como envidia... de otras ciudades de la península nacional que los necesitan y añoran.
También como VOLUNTARIO de la Asociación del Teléfono de Esperanza y Amistad de Álava, estamos atendiendo durante las 24 horas a cuantas llamadas nos están llegando, tanto locales, provinciales y también de otras ciudades y provincias nacionales. Esto es gracias a la derivación a teléfonos fijos de todos/das VOLUNTARIOS/RIAS que en  repartos de turnos y horarios se atienden las 24 h. como ya lo he mencionado.
Sí me he unido todos los días a las 20:00 h. con nuestros aplausos durante cinco minutos se lo merecen de corazón.
También, por esta "pandemia", me ha tocado en mis sentimientos íntimos, la perdida de muchas personas intimas y cercanas Q.E.D. de las que han estado y están presentes en el recuerdo y la oración por sus almas.

2.- Si creo, que en muchas personas, familias y responsables importantes... se va a notar cambios muy importantes en nuestra sociedad materialista... y de consumo social, para bien de más atención a las personas vulnerables y necesitadas de nuestra sociedad.

3.- Procuraré celebrar cuanto me dejen y programen,  respetando y cumpliendo cuantas normas se establezcan para que no repunte de nuevo,... esta "PANDEMIA" que nos deja una lección para no olvidarla jamás.
 Argazkia: UZ

lunes, 25 de mayo de 2020

GAURKOTASUN-IRITZIAK / OPINIONES DE ACTUALIDAD (2)

Gauden ez ohiko egoera honetan, gure blogean bazkide eta lankideen iritziak publikatu nahi ditugu, ondoko galderen inguruan. Askatasuna eman da erantzunen luzera eta erabilitako hizkuntzari dagokionez.
1.- Zer adierazi du osasun-egoera honek zuretzat? 
2- Aurrerantzean aldatuko al da da ezertan gure bizitza?
3.- Ospatuko al dituzu Andre Mari Zuriko hurrengo  jaiak?

En el estado actual de alarma en que nos encontramos hemos querido pulsar la opinión de nuestros socios y colaboradores, y se han formulado tres preguntas, dando libertad para la extensión de la respuesta y el idioma elegido:
1.- ¿Qué está suponiendo para tí la actual situación de crisis?
2.-  ¿Crees que cambiará en algo nuestro proceder social en el futuro?
3.- ¿Celebrarás las próximas fiestas de la Virgen Blanca?
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RICARDO SAEZ DE HEREDIA (Abad Mayor de la Cofradía de la Virgen Blanca)

1.- Una limitación de actividades y eventos programados. Tristeza por los que peor lo están pasando. Miedo al contagio. Cabreo por no poder ir al monte. Contactos de familiares y amigos. 

2.- Al que está concienciado en trabajar y actuar por una sociedad mas justa, respetuosa con las personas y la naturaleza, lo potenciará; al que va a su bola , en cuanto tengamos vacuna, pues .....  

3.- Por supuesto, desde casa, visitando a la Virgen Blanca, participando en todos los actos que se puedan celebrar, viendo amigos, tomando unos txismes en La Unión y el Deportivo , etc.    

 
RAFAEL RESINES (Museólogo y archivero)


1.- Para mi la situación actual de crisis lo que está suponiendo es intentar hacer encaje de bolillos para poder teletrabajar con dos niños de 5 y 2 años demandando atención continua. Por suerte, aunque no es lo más recomendable, me he podido traer documentos del archivo a casa y poder seguir describiendo y catalogando el fondo documental que estaba haciendo antes del estado de alarma. Tomo todas las precauciones necesarias para que los documentos no sufran y no los toquen los niños y están a la vista sólo el tiempo necesario para leerlos y catalogarlos. 

Afortunadamente de salud estamos todos bien en la familia y nadie ha sido afectado por el coronavirus. Nos consideramos unos privilegiados por eso mismo y porque tanto mi mujer como yo hemos seguido trabajando desde el primer momento desde casa si perder ingresos y sin exponernos más que lo necesario al posible contagio.

 2.- Quiero pensar que esto servirá para repensar la sociedad actual, mejorarla y corregir errores, pero no sé si seremos capaces de hacerlo. Sí que van a cambiar (ya han cambiado) las relaciones sociales y nos va a costar recuperar nuestra vida normal ya que puede que se imponga el miedo al contagio en muchas situaciones y por eso mismo dejemos de quedar con amigos, juntarnos...aunque sinceramente no veo el momento de dar un abrazo o dos besos a los amigos. 

3.- Por supuesto que celebraré las fiestas. Como vitoriano y blusa es casi una necesidad. Hay mucha gente que dice que no hay nada que celebrar pero sí lo hay: hay que celebrar la vida y que Vitoria ha sabido sobreponerse al virus. Siempre ha habido guerras, enfermedades, muerte, etc. Y no por eso hemos dejado de celebrar la vida. Este año como todos los anteriores el día 4 de agosto a las 18:00 me fumaré el puro, beberé el champán y me pondré el pañuelo al cuello. El día 25 de julio y el día 5 de agosto y el resto de las fiestas me vestiré de blusa de la cuadrilla Bereziak y me sumaré a los actos a que se puedan celebrar. Serán unos días extraños, pero el año que viene las celebraremos doblemente. 

JUAN CARLOS ABASCAL (Escritor e investigador)

1.- La actual situación de crisis me está suponiendo respecto a muchos amigos y familiares un sentimiento de privilegio por haber estado confinado en mi casa en Espejo, disponiendo de un amplio jardín y terrazas alrededor de la casa, por las que imaginé un "anillo verde" por donde pasear durante el encierro de los dos meses. No es lo mismo estar confinado en un piso pequeño que en una casa en el campo. El espacio ha resultado vital, en especial para mis nietos a quien junto con sus padres el estado de alarma les pilló de visita y decidieron quedarse antes de encerrarse en un piso pequeño en la capital. Una vez pasada la fase 1, otro sentimiento de privilegio: no ha habido horarios para paseos, salidas al monte que lo tenemos al lado. Y todo esto respetando las órdenes que se daban al respecto. Hemos suplido el contacto directo con los amigos y familiares con videoconferencias en los más posibles, pero no con mi padre, casi 90 años, viviendo solo en Vitoria-Gasteiz, a quien la tecnología no le ha llegado más que a un simple teléfono móvil para comunicarse sin apps, ni washapp,.... Me queda el consuelo de que al menos mi hermano ha podido visitarle todos los días y preocuparse por él. La tristeza de que se han ido amigos y conocidos y no haber podido acompañarles en su último viaje, ni a ellos ni a sus familiares. Qué dureza la de esas circunstancias. Y encima la miseria política que hemos tenido que ver y oír. Ahí es donde debería empezar la gran desinfección. ¿Pero qué vacuna se les puede dar a los políticos?

2.- Ojalá me equivoque pero nuestro proceder social va a cambiar unos pocos días, unos pocos meses. La memoria es frágil. Se nos olvidará y no por culpa del alzheimer. En cuanto veamos que no hay rebrotes o que son débiles, volveremos a las andadas. Y encima pensaremos que si hemos salido de ésta, saldremos de otra igual o similar. Y si además si se encuentra la vacuna para combatir el Covid, pues una más, como la de la gripe, la tosferina, el tétano, el tifus...., nuestro cuerpo lo aguanta todo. La vacuna política es de otro nivel. Un nivel superior que se nos escapa a los humildes ciudadanos. Desde que la política se convirtió en profesión en vez de vocación de servicio y los partidos en empresas capitalistas, así nos va el ambiente. Medio ambiente que se ha corregido en cuanto a nivel de contaminación, capa de ozono, pero que no puede depender su mejoría de nuevas pandemias sino de decisiones políticas.  ¡Pero qué podemos esperar si el mandamás mundial toma lejía para combatir el Covid19. Nuestros héroes sin ellos quererlo, los sanitarios y lo que envuelve la sanidad, no solo médicos y enfermeras, también celadores, farmacias con sus empleados, almacenes de farmacia con su personal, pronto los tendremos como unos más. No es que sea pesimista, pero la tristeza también entra a los optimistas.

3.- Las fiesta de la Blanca, la celebraremos  pero en la intimidad. Si hemos de ser responsables, empezando por unos mismos, me parece muy acertada la decisión de suspender las fiestas, y no entiendo como he podido leer en algún medio que el chupinazo no se va a suspender. No sé cómo lo harán, pero al menos espero que lo hagan virtual, de tal forma que no provoque ninguna, ninguna aglomeración, ni de pie para ello, que ya hemos visto cómo en Beasain sin chupinazo ya hubo celebración. Ante todo lo primero y diría que único, es la salud, y como nos recuerda el refranero popular "hay más días que ollas".

Fotos: Rafael Resines, Celedones de Oro