viernes, 11 de noviembre de 2016

SAN MARTÍN DE ABENDAÑO

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El investigador José María Bastida "Txapi",  Celedón de Oro y colaborador de nuestro blog con sus interesantes aportaciones históricas  vuelve a mostrarnos sus conocimientos con un artículo sobre San Martín de Abendaño. Muchas gracias, Txapi.


Jose Maria Bastida "Txapi" ikerlariak, Urrezko Zeledon eta gure blogeko lankide eskuzabala, berriz ere bidali digu bere ekarpen interesgarria, oraingoan Abendañoko San Martini buruz ari delarik. Eskerrik asko, Txapi.
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Si un barrio en nuestra ciudad se ha hecho popular, ése es el Barrio de San Martín. Algo de culpa tiene la canción que le dedicó el siempre recordado Alfredo Donnay. Pero ¿Cuál es su origen?

En la relación de pueblos de Álava que figuran en un documento fechado en 1025 existente en San Millán de la Cogolla está el de "Avendagnu", es decir Avendaño. Este pueblo, situado junto al río de su nombre, era muy extenso ya que, según el historiador del siglo XVI Diego Martínez de Salvatierra, abarcaba desde el puente que tenía el río junto al Prado de la Magdalena. en el inicio de la actual avenida de Gasteiz, hasta el del camino de Ali, más o menos donde arranca la actual calle Argentina.

Tras la fundación de Vitoria en 1181 sobre la aldea llamada Gasteiz, comenzaron las desavenencias sobre los terrenos entre los habitantes de esta nueva villa y los de este pueblo limítrofe. En 1194, los vitorianos acudieron a quejarse al rey navarro, Sancho VII, el Fuerte, y éste cortando con un machete unas berzas les dio un radical consejo: "a los que os fatigan, deberíais hacer lo que yo hice con estas berzas." Esta indicación fue tomada al pie de la letra, y una noche asaltaron el pueblo y lo arrasaron quedando sólo en pie su iglesia, que es la actual ermita dedicada a San Martín de Tours.

La ermita.
En la fotografía sacada por Arqué en 1963, vemos una imagen de la ermita de San Martín antes de la última restauración realizada. La devoción al este Santo en su ermita ha sido grande a lo largo de la historia, existiendo una importante cofradía en su honor, de la que fue abad en su época el propio Felipe II. En la década de los treinta del siglo XIX fue como tantos edificios religiosos sometida a la desamortización del político liberal Mendizábal. Se utilizó como almacén de paja y, en 1842, como polvorín. Estuvo a punto de desaparecer si no hubiera sido por que fue enajenada a favor de José Jorge de Goya quien, a su vez, la cedió en noviembre de 1843 a Don Manuel de Ciórroga, que la restauró, inaugurándose en 1846 la nueva obra. En 1871, sufrió un incendio que la destruyó parcialmente. Manuel de Ciórroga la hizo reparar de nuevo, siendo consagrada al año siguiente. En 1978, con motivo de la construcción de la nueva parroquia, aneja a la ermita, se volvió a restaurar, descubriéndose en las paredes, tanto interiores como exteriores, unas valiosas pinturas murales de la época medieval que estaban cubiertas con cal.

Las visitas.
Antiguamente, esta ermita era visitada el martes anterior a la festividad de la Ascensión, del mismo modo que el lunes se iba a San Juan de Arriaga y el miércoles a la desaparecida de San Cristóbal, situada en la actual calle Adurza junto al cruce con la de Heraclio Fournier, con motivo de las rogativas que había costumbre de celebrar. Debido a lo lejana que en aquella época parecía estar la ermita de San Martín, era tradicional llevar unas tortillas para merendar, celebrándose junto con la rogativa una popular romería conocida como de "la tortilla".
También era costumbre que el Ayuntamiento fuese en corporación a la ermita para asistir a la función religiosa del día del santo, once de noviembre. Para acudir, salía de la ciudad por el Portal de Ali. El regreso lo hacía por los caminos de Bastiturri y de la Magdalena (actualmente calles de Adriano VI y Magdalena) deteniéndose en el  convento de ese nombre (donde luego se construyó la nueva Catedral) para visitar las salas del hospital allí existente.

El camino de los cascajos.
En la antigua fotografía del barrio nevado sacada por Enrique Guinea, el edificio de la derecha con el poste de la electricidad corresponde a la ermita, pero en la izquierda se puede ver el arranque de un camino. En realidad no partía de allí ya que lo que había en ese punto de la Calle Beato Tomás de Zumárraga era un cruce de caminos. El camino que cruzaba era el conocido como el de los cascajos, que venía desde el Prado, cruzaba por el puente del ferrocarril, transcurría por el actual camino de Santa Teresa situado detrás del Seminario, que es lo único del camino que en la actualidad se conserva, y por la actual calle de Pedro Asúa, pasaba por detrás de la ermita, para desde allí, por la izquierda del lugar que se ve en la fotografía, continuar hasta la Cruz Blanca atravesando una zona actualmente urbanizada.

Las casas de "El Chirpial".
Estas 12 viviendas fotografiadas por Arqué fueron promovidas en 1953 para sus obreros por las empresas de la Viuda de Bonilla e Hijos de Narciso González con la cooperación de la Constructora benéfica "Asociación Virgen Blanca" de la antigua Caja de Ahorros Municipal. La calle que se formó con su construcción fue denominada en un principio Avendaño, ya que por allí pasaba dicho río. Posteriormente, en 1967 mudó su nombre por Argentina, desapareciendo las casas con la nueva urbanización.

Fotografías de ARQUÉ Y Enrique GUINEA depositadas en el Archivo Municipal Pilar Arostegui de Vitoria-Gasteiz. 

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