MARIANO SAN MIGUEL. HOMENAJE 1926

Eduardo Valle

Eduardo Vallek berriz ere agertzen du txoko honetara, bere ikerketa lanetako fruitu polit bat. Oraingoan Mariano San Miguel musika egileari dagokio, laurogeita hamar urte betetzen baitira gaur omenaldi bat egin zitzaiola Gasteizen Celedon kalejiraren egileari. Eskerrik asko, Eduardo.

De nuevo el amigo Eduardo Valle vuelve a mostrar en este rincón uno de los frutos de sus investigaciones históricas. En esta ocasión nos da a conocer un detalle sobre Mariano San Miguel, el autor del pasacalle Celedón, a quien precisamente hoy hace noventa años se le dedicó un pequeño homenaje en Vitoria-Gasteiz. Gracias, Eduardo.

=====.=====

Mariano San Miguel

El pasado veintitrés de septiembre se volvió a llenar el Teatro Principal de nuestra ciudad para presenciar la ceremonia de entrega de los premios Celedón de Oro correspondientes al año 2015 a sor Aurora Herrera y Patxi Antón. Un galardón, el Celedón de Oro, que fue creado en 1962 y que en su edición de 1973 tuvo como destinatario a Mariano San Miguel Urcelay, el músico compositor del pasacalle Celedón, obra por todos conocida y que —entiendo— no necesita presentación.

Viene esto a cuento de que ojeando prensa vitoriana antigua tuve noticia —no fresca, exactamente— de la entrega de un ‘Celedón’ en el entonces denominado Nuevo Teatro, el actual Teatro Principal, al citado Mariano San Miguel.

Fue con motivo de un concierto conjunto de la Banda Municipal y músicos de otras orquestas organizado por la Asociación Musical Santa Cecilia en el mencionado teatro el día veintidós de noviembre de 1926, festividad de la patrona de los músicos y hace ahora la friolera de noventa años. La cita tenía como finalidad recaudar fondos para un montepío proyectado para músicos y sirvió para homenajear a Mariano San Miguel, venido de Madrid para dirigir la orquesta formada al efecto.

En el programa musical se incluía, cómo no, el pasacalle Celedón, cuya interpretación fue aplaudida de forma entusiasta por el público. En el momento en el que arreciaban las ovaciones, surgió de entre los espectadores un joven que, dirigiéndose a don Mariano, le entregó un muñeco que representaba  a Celedón y que, tras el correspondiente agradecimiento, fue colocado en el atril al tiempo que se repetía el pasacalle para jolgorio y júbilo de la concurrencia. El joven era José Martínez, miembro de la familia que regentaba el Bar Restaurante La Sonsierra, instalado en un principio en la actual calle Independencia y trasladado después a la de Bélgica, la que hoy es calle Paz, en el lugar donde años más tarde muchos de ustedes conocieron el Restaurante La Marina.

Después del concierto, el festejo continuó alrededor de la suculenta cena que se

Hotel Jauregui

sirvió en el Hotel Jáuregui y que supuso la inauguración oficiosa de sus instalaciones ubicadas en la calle Florida —hablaremos en una próxima ocasión de este establecimiento—. Cuentan las crónicas que el homenajeado no se separó de su ‘Celedón’ en toda la velada.

Me alegro por el obsequio, aunque fuera un simple muñeco otorgado por un particular. Sobre todo porque el ‘Celedón’ que se concedió en 1973 al músico protagonista de esta colaboración, el de oro, lo fue a título póstumo. Ahora sabemos que también tuvo su reconocimiento en vida.

También me alegro de que ahora, como en 1926, el público que abarrota el Teatro Principal siga vibrando con las notas de nuestro inmortal pasacalle, símbolo musical definitorio de lo que somos y de lo que nos une.

Argazkiak: euskomedia