Eduardo Valle y Jose Mari Bastida "Txapi" firman sendos artículos, y en esta columna de hoy queremos reproducir el que ha elaborado este último.
Gracias a "Txapi" y, por supuesto, a la cuadrilla Belakiak.
Belakiak Gasteizko kuadrilak aldizkari bat argitaratu berri du, Andra Mari Zuriaren jaiak direla eta. Bertan intereseko artikuluak irakur daitezke, Arabako hiriburuaren historiarekin erlazionatuta. Eta guri dagozkigunak badira bi idazki, Erakundearen bi kidek izenpetuta.
Eduardo Valle eta Jose Mari Bastida "Txapi" artikulu bana sinatu dituzte eta gaurkoan azken horrena eskaini nahi diogu irakurleari.
Eskerrik asko "Txapi"ri eta, noski, Belakiak kuadrilari.
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Ahora que llegan las fiestas, merece la
pena recordar a uno de los elementos más característico de ellas: nuestra Banda
Municipal de Música. Esa Banda que el uno de junio celebraba el centenario de
su primer concierto celebrado un jueves, día de la Ascensión, del año 1916.
Jose Mari Bastida "Txapi" |
El mismo año en que fue disuelta, 1905,
la mayoría de sus músicos formaron una banda particular a la que pusieron por
nombre Santa Cecilia, en honor a la patrona de los músicos. Su director fue el
ya mencionado José Fresco, autor del Zortziko“San
Prudencio gure Patroiari”, conocido como Zortziko“Álava” o “de San Prudencio”,
que sería estrenado por la nueva banda creada el día de San Prudencio del año
1906.
Esta banda tuvo contratos periódicos con
el Ayuntamiento hasta junio de 1912 que le fue rescindido el contrato.
Otra banda privada denominada“La Artística” junto con las bandas
militares estuvieron desempeñando las labores de conciertos, bailables y demás
hasta que en 1916 se crea la Banda Municipal actual, producto de la iniciativa
del concejal Victoriano Laza. El puesto de director fue adjudicado al vitoriano
José Escoriaza Leceta.
La primera pieza que se interpretó en el
concierto del 1 de junio de aquel año fue “Gernikako
Arbola”. Cerró el concierto la obra “Cantos
Vascos” que el propio José Escoriaza tuvo que componer sobre los temas
propuestos por el Tribunal para la prueba de acceso a la dirección de la Banda.
El día del debut fue arduo para los músicos.
A la mañana, desde las diez hasta las doce menos cuarto, ensayo en la Academia.
De doce a una, concierto en La Florida y, para remate, a la tarde de seis y
media a ocho, sesión de bailables. Para colmo, unos bestias, como los tilda Ángel Eguileta en el periódico La Libertad, les abuchearon porque
“solamente” habían tocado dos jotas y dos pasodobles para finalizar la sesión.
¡Qué triste es a veces la vida del músico!
Concierto despedida a Ortiz de Landaluze, 1965 |
Este año cuando en fiestas escuchemos a
la Banda Municipal de Música de Vitoria-Gasteiz, aplaudamos a una Banda
centenaria.
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