Gauden ez ohiko egoera honetan, gure
blogean bazkide eta lankideen iritziak publikatu nahi ditugu, ondoko galderen
inguruan. Askatasuna eman da erantzunen luzera eta erabilitako hizkuntzari dagokionez.
1.- Zer adierazi du
osasun-egoera honek zuretzat?
2- Aurrerantzean aldatuko al da da ezertan gure bizitza?
3.- Ospatuko al dituzu Andre Mari Zuriko hurrengo jaiak?
2- Aurrerantzean aldatuko al da da ezertan gure bizitza?
3.- Ospatuko al dituzu Andre Mari Zuriko hurrengo jaiak?
En
el estado actual de alarma en que nos encontramos hemos querido pulsar
la opinión de nuestros socios y colaboradores, y se han formulado tres
preguntas, dando libertad para la extensión de la respuesta y el idioma
elegido:
1.- ¿Qué está suponiendo
para tí la actual situación de crisis?
2.- ¿Crees que cambiará en algo nuestro proceder social en el futuro?
3.- ¿Celebrarás las próximas fiestas de la Virgen Blanca?
2.- ¿Crees que cambiará en algo nuestro proceder social en el futuro?
3.- ¿Celebrarás las próximas fiestas de la Virgen Blanca?
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RICARDO SAEZ DE HEREDIA (Abad Mayor de la Cofradía de la Virgen Blanca)
1.- Una
limitación de actividades y eventos programados. Tristeza por los que peor
lo están pasando. Miedo al contagio. Cabreo por no poder ir al monte. Contactos
de familiares y amigos.
2.- Al que
está concienciado en trabajar y actuar por una sociedad mas justa, respetuosa
con las personas y la naturaleza, lo potenciará; al que va a su bola , en
cuanto tengamos vacuna, pues .....
3.- Por supuesto, desde casa, visitando a la Virgen Blanca, participando en
todos los actos que se puedan celebrar, viendo amigos, tomando unos txismes en
La Unión y el Deportivo , etc.
RAFAEL RESINES (Museólogo y archivero)
1.- Para mi
la situación actual de crisis lo que está suponiendo es intentar hacer encaje
de bolillos para poder teletrabajar con dos niños de 5 y 2 años demandando
atención continua. Por suerte, aunque no es lo más recomendable, me he podido
traer documentos del archivo a casa y poder seguir describiendo y catalogando
el fondo documental que estaba haciendo antes del estado de alarma. Tomo todas
las precauciones necesarias para que los documentos no sufran y no los toquen
los niños y están a la vista sólo el tiempo necesario para leerlos y
catalogarlos.
Afortunadamente
de salud estamos todos bien en la familia y nadie ha sido afectado por el
coronavirus. Nos consideramos unos privilegiados por eso mismo y porque tanto
mi mujer como yo hemos seguido trabajando desde el primer momento desde casa si
perder ingresos y sin exponernos más que lo necesario al posible contagio.
2.- Quiero pensar que esto servirá para repensar la sociedad actual, mejorarla y corregir errores, pero no sé si seremos capaces de hacerlo. Sí que van a cambiar (ya han cambiado) las relaciones sociales y nos va a costar recuperar nuestra vida normal ya que puede que se imponga el miedo al contagio en muchas situaciones y por eso mismo dejemos de quedar con amigos, juntarnos...aunque sinceramente no veo el momento de dar un abrazo o dos besos a los amigos.
3.- Por supuesto que celebraré las fiestas. Como vitoriano y blusa es casi una necesidad. Hay mucha gente que dice que no hay nada que celebrar pero sí lo hay: hay que celebrar la vida y que Vitoria ha sabido sobreponerse al virus. Siempre ha habido guerras, enfermedades, muerte, etc. Y no por eso hemos dejado de celebrar la vida. Este año como todos los anteriores el día 4 de agosto a las 18:00 me fumaré el puro, beberé el champán y me pondré el pañuelo al cuello. El día 25 de julio y el día 5 de agosto y el resto de las fiestas me vestiré de blusa de la cuadrilla Bereziak y me sumaré a los actos a que se puedan celebrar. Serán unos días extraños, pero el año que viene las celebraremos doblemente.
JUAN CARLOS ABASCAL (Escritor e investigador)
3.-
Las fiesta de la Blanca, la celebraremos pero en la intimidad. Si hemos
de ser responsables, empezando por unos mismos, me parece muy acertada la
decisión de suspender las fiestas, y no entiendo como he podido leer en algún
medio que el chupinazo no se va a suspender. No sé cómo lo harán, pero al menos
espero que lo hagan virtual, de tal forma que no provoque ninguna, ninguna
aglomeración, ni de pie para ello, que ya hemos visto cómo en Beasain sin
chupinazo ya hubo celebración. Ante todo lo primero y diría que único, es la
salud, y como nos recuerda el refranero popular "hay más días que
ollas".
Fotos: Rafael Resines, Celedones de Oro
2.- Quiero pensar que esto servirá para repensar la sociedad actual, mejorarla y corregir errores, pero no sé si seremos capaces de hacerlo. Sí que van a cambiar (ya han cambiado) las relaciones sociales y nos va a costar recuperar nuestra vida normal ya que puede que se imponga el miedo al contagio en muchas situaciones y por eso mismo dejemos de quedar con amigos, juntarnos...aunque sinceramente no veo el momento de dar un abrazo o dos besos a los amigos.
3.- Por supuesto que celebraré las fiestas. Como vitoriano y blusa es casi una necesidad. Hay mucha gente que dice que no hay nada que celebrar pero sí lo hay: hay que celebrar la vida y que Vitoria ha sabido sobreponerse al virus. Siempre ha habido guerras, enfermedades, muerte, etc. Y no por eso hemos dejado de celebrar la vida. Este año como todos los anteriores el día 4 de agosto a las 18:00 me fumaré el puro, beberé el champán y me pondré el pañuelo al cuello. El día 25 de julio y el día 5 de agosto y el resto de las fiestas me vestiré de blusa de la cuadrilla Bereziak y me sumaré a los actos a que se puedan celebrar. Serán unos días extraños, pero el año que viene las celebraremos doblemente.
JUAN CARLOS ABASCAL (Escritor e investigador)
1.- La actual situación
de crisis me está suponiendo respecto a muchos amigos y familiares un
sentimiento de privilegio por haber estado confinado en mi casa en Espejo,
disponiendo de un amplio jardín y terrazas alrededor de la casa, por las que
imaginé un "anillo verde" por donde pasear durante el encierro de los
dos meses. No es lo mismo estar confinado en un piso pequeño que en una casa en
el campo. El espacio ha resultado vital, en especial para mis nietos a quien
junto con sus padres el estado de alarma les pilló de visita y decidieron
quedarse antes de encerrarse en un piso pequeño en la capital. Una vez pasada
la fase 1, otro sentimiento de privilegio: no ha habido horarios para paseos,
salidas al monte que lo tenemos al lado. Y todo esto respetando las órdenes que
se daban al respecto. Hemos suplido el contacto directo con los amigos y
familiares con videoconferencias en los más posibles, pero no con mi padre,
casi 90 años, viviendo solo en Vitoria-Gasteiz, a quien la tecnología no le ha
llegado más que a un simple teléfono móvil para comunicarse sin apps, ni
washapp,.... Me queda el consuelo de que al menos mi hermano ha podido
visitarle todos los días y preocuparse por él. La tristeza de que se han
ido amigos y conocidos y no haber podido acompañarles en su último viaje,
ni a ellos ni a sus familiares. Qué dureza la de esas circunstancias. Y encima
la miseria política que hemos tenido que ver y oír. Ahí es donde debería
empezar la gran desinfección. ¿Pero qué vacuna se les puede dar a los
políticos?
2.- Ojalá me equivoque
pero nuestro proceder social va a cambiar unos pocos días, unos pocos meses. La
memoria es frágil. Se nos olvidará y no por culpa del alzheimer. En cuanto
veamos que no hay rebrotes o que son débiles, volveremos a las andadas. Y
encima pensaremos que si hemos salido de ésta, saldremos de otra igual o
similar. Y si además si se encuentra la vacuna para combatir el Covid, pues una
más, como la de la gripe, la tosferina, el tétano, el tifus...., nuestro cuerpo
lo aguanta todo. La vacuna política es de otro nivel. Un nivel superior que se
nos escapa a los humildes ciudadanos. Desde que la política se
convirtió en profesión en vez de vocación de servicio y los partidos en
empresas capitalistas, así nos va el ambiente. Medio ambiente que se ha
corregido en cuanto a nivel de contaminación, capa de ozono, pero que no puede
depender su mejoría de nuevas pandemias sino de decisiones políticas. ¡Pero qué podemos esperar si el mandamás
mundial toma lejía para combatir el Covid19. Nuestros héroes sin ellos
quererlo, los sanitarios y lo que envuelve la sanidad, no solo médicos y
enfermeras, también celadores, farmacias con sus empleados, almacenes de
farmacia con su personal, pronto los tendremos como unos más. No es que sea
pesimista, pero la tristeza también entra a los optimistas.
Fotos: Rafael Resines, Celedones de Oro
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