Publicamos con agrado otro trabajo de Juan Carlos Abascal
Volvemos a Valdegobía, a las cuevas artificiales de Pinedo.
Volvemos a Valdegobía, a las cuevas artificiales de Pinedo.
Juan Carlos Abascalen beste idazlan bat argitaratzen dugu, gustuz gainera. Gaubeara itzultzen gara Pinedoko leizeetara, hain zuzen.
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Pinedo es un pequeño y desconocido pueblo del Valle de
Valdegovía, y quizá uno de los más antiguos, pues aparece en la fundación del
monasterio de Valpuesta por el Obispo Juan, el 21 de Diciembre de 804, cuyos
términos lindaban con este pueblo de Pinedo. Su nombre primitivo fue Pinetto o
Pinillo y proviene de la palabra latina “pinus”, pino, para indicarnos un lugar
con abundancia de ellos.
Como
pueblo antiguo también tuvo sus linajes o familias ilustres. Según nos cuenta
Lope García de Salazar (1.399-1476), en su libro “Bienandanzas e Fortunas”,
Rodrigo González Varona, Señor de la Casa de Villanañe, casó con hija de Ruy
Fernández de Pinedo. Este linaje Pinedo es muy antiguo y calificado en el Valle
de Val de Gobía en el lugar de Pinedo, cerca de Villanañe.
También podemos leer a Carlos José de Varona y Sarabia en
Memorias de la Infanzona Torre y Casa Fuerte de Villanañe (1715): “Gómez de Val
de Gobía llevó en partición con sus hermanos los de Pinedo y fue padre de
Rodrigo Gómez, halconera mayor de el Rey D. Alonso el Séptimo, y cuyos
descendientes fueros señores de la Torre y Casa Fuerte de Pinedo y de los
lugares de Barrón y Guinea hasta que fueron arruinadas las Casas-Fuertes de Pinedo y Guinea por los Velascos en
tiempo del Rey Enrique II.”
Cercanas
al pueblo de Pinedo existen sus cuevas artificiales protagonistas de nuestro
artículo de hoy. Su origen se sitúa en los siglos VI-VII, pudiendo considerarse
los primeros testimonios del cristianismo en Alava. Su función primitiva fue
servir de templos y viviendas a eremitas, forma de vida que se oponía a las
ostentaciones que hacía la iglesia oficial en aquel tiempo. Otra teoría indica
que estas cuevas fueron hechas como refugio por los cristianos que
huían de los
árabes. De cualquier forma sirvieron de culto hasta el siglo XVIII, y hasta
hace algún tiempo estuvieron dedicadas en forma de ermita a Santiago Apóstol.
Una vez abandonada su función inicial, fueron ocupadas por pastores,
vagabundos,…..
Se
trata de un conjunto de dos cuevas. La primera de ellas serviría por su
distribución como vivienda y a través de ella se accede a la segunda en un
plano superior, que serviría de recogimiento u oración. Encima de la primera de
las cuevas se encuentran al descubierto dos tumbas. A continuación de las
cuevas hay un largo covacha donde podemos observar tres tumbas antropomorfas
con rebajes en los bordes para encajar la losa les servía de tipo, excavadas en
la roca del suelo. Estas sepulturas son de adulto.
Hace
años que no visitábamos estas cuevas y merece ahora darse una vuelta para bien
volver a verlas o conocerlas por primera vez. Su entorno ha sido mejorado
considerablemente gracias al Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, a
través de un pequeño programa denominado “Puesta en valor de Yacimientos
Eremíticos en Valdegovía”. En el mismo se ha contemplado la realización de un
recorrido circular para visitar las cuevas, habiendo procedido previamente a
una señalización en la carretera que nos guíe hasta ellas. Se ha procedido al
asfaltado del camino hasta sus cercanías, y se ha previsto un pequeño lugar
para dejar el coche, que la falta de presupuesto económico sigue pendiente de
realizar. Se han acondicionado las escaleras de acceso y la barandilla que da
lugar a un breve paseo hasta las cuevas. Asimismo se han instalado nuevos
paneles informativos con una lectura amena y que enseguida nos hace comprender
las cuevas que visitamos.
Valga todo ello en beneficio de este desconocido pueblo, solar
de los Pinedo, apellido netamente alavés.
También en Valdegovía pueden visitarse más cuevas de
este tipo: Tobillas, Corro, y San Martín de Valparaíso, son otros ejemplos.
Recordar que una de las teorías de las que proviene el nombre de Valdegovía, es
precisamente valle de cuevas, según el historiador P. Argáiz, que afirma que
Autrigonia, en la que estaba comprendida el valle de Gobea, fue llamado así por
los romanos por los antros o cuevas en las que vivían sus moradores.
Mila esker Txapi, zure dokumentazioagatik! Es siempre gratificante leer las aportaciones, siempre excelentemente documentadas, de Jose María Bastida "Txapi", Yo mismo reconozco que siempre he conocido al convento como de San Antonio, por lo que su artículo ha sido muy interesante y clarificador. ¡Gracias Txapi!!!
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