domingo, 24 de enero de 2021

UN CUENTO DE 150 AÑOS (y un recién nacido de 170)


Eduardo Valle gure bazkide finak idatzitako beste ekarpen interesgarria publikatzen dugu gaur. Ricardo Becerro de Bengoa du hizpide egileak eta, konkretuki, gizon polifazetiko gasteiztarrak 1870ean idatzitako ipuin bat. Eskerrik asko, Eduardo.

 Hace unos meses, me hallaba en casa con el aburrimiento propio de un confinamiento como el que vivimos en la llamada primera ola de la pandemia que estamos sufriendo. Como no se me ocurría mejor cosa, me dispuse a ver la televisión y, como primer paso, hice una batida por los diferentes canales con el mando a distancia, gran invento.

Como suele ocurrir, había de todo y de nada, todo al mismo tiempo. Dubitativo, al fin me decidí por buscar algo que no estuviera finalizando o a la mitad. Otra concatenación de canales desfilando a las órdenes del mando… y llegué al comienzo de una película cuyo título ni me sonaba: El Curioso Caso de Benjamin Button, protagonizada ni más ni menos que por Brad Pitt, Cate Blanchett y por otras actrices y actores cuyos nombres —que perdonen mi ignorancia en temas cinematográficos— no me sonaban ni poco ni mucho, aunque mi impresión es que hicieron un excelente trabajo.

No es mi intención desvelar los entresijos del guion, por supuesto. Pero sí quiero exponer el tema principal que preside toda la historia que se cuenta en los 166 minutos del filme: la marcha hacia atrás del tiempo en la existencia del protagonista. Para ser más concreto: una persona que nace con la fisiología de un anciano y que con el paso del tiempo va haciéndose más y más joven. Una historia que podríamos catalogar como muestra del género fantástico.

Anticipo el resultado de la consulta que realicé después en la ficha técnica de la película, resultando que el guion de El curioso caso de Benjamin Button, está basado en una historia de igual título escrita por el gran autor norteamericano, Scott Fitzgerald, conocido, reconocido y aclamado por su exitosa carrera literaria. Digamos también que dicha historia fue publicada en 1922.

Ricardo Becerro Bengoa dibujado por
 "Galop" (I. Díaz Olano) 
en la publicación El Danzarín, nº 2, 
(13 noviembre 1887)

El caso es que llevaba unos minutos viendo a Brad Pitt y compañía cuando, al constatar cuál era la línea básica del argumento, no pude por menos que recordar una obra de un paisano, un gran paisano, inteligente, cabal y capaz como pocos en su tiempo: Ricardo Becerro Bengoa. Y la obra a la que me refiero es un cuento titulado Un recién de nacido de 170 años: sorprendente título y sorprendente argumento. En ella se cuenta la increíble y azarosa historia de un tal José Antón de Gusurandi —curioso guiño al euskera en un apellido inventado que vendría a significar en castellano ‘gran mentira’—, del caserío del mismo nombre, quien recién cumplidos los 85 años se sometió a una extraña transfusión de sangre que ofició un médico amigo suyo de nombre Juan Manuel de Usurbil después de haber dado ambos buena cuenta de las existencias de sidra en la casa.

Nada de particular tienen los cuatro datos de la película que he facilitado. Al fin y al cabo, están a disposición de cualquiera, igual que la propia película —seguro que muchos de ustedes la habrán visto ya o la verán programada en alguna cadena de televisión cualquier día de estos—. La que no es tan conocida es la mencionada «historia increíble» del polifacético sabio nacido en la calle Chiquita. Y creo que merece ser dada a conocer porque, aunque el tema alrededor del que gira el hilo del relato es el mismo que el tratado por Fitzgerald y por el guionista de la película mencionada —el reloj biológico “marcha atrás”— el cuento del que fuera repetidamente diputado a Cortes por Vitoria le saca al del escritor de Minnessota una antigüedad de unos cincuenta años.

 En efecto, el propio Ricardo Becerro Bengoa nos informa en unos apuntes a modo de epílogo del relato que éste lo escribió en septiembre de 1870. Y gracias al autor, sabemos que lo hizo en la estación de ferrocarril de Venta de Baños, mientras esperaba el tren, «por no rendirme al sueño y al aburrimiento» —añade don Ricardo—. Según la misma fuente, al poco tiempo el cuento fue publicado en el periódico bilbaíno Irurac-Bat —no lo he encontrado—. La que sí está a disposición de los lectores interesados es la edición que publicó Fermín Herrán en su Biblioteca Escogida-1ª Selección en Vitoria en 1872, una idea editorial digna de haber corrido mejor suerte por su intento de remunerar a los escritores más dignamente que como se venía haciendo. Pero ésta es otra historia, ya que las iniciativas del ilustre hijo de Salinas de Añana han merecido y siguen mereciendo un especial interés.


El cuento reapareció en La Ilustración de Álava, publicación dirigida, cómo no, por el antes citado Fermín Herrán. En esta ocasión la historia salió a la calle en dos partes en el mes de junio de 1890. 

Ambas ediciones obran en la Fundación Sancho el Sabio y están a disposición de los lectores por hallarse digitalizadas. En el mismo centro de documentación se encuentra una tercera publicación del cuento que data de 1900 de la mano del editor S. Rodríguez Serra (Biblioteca Mignon).

Pero además de estas ediciones —quizás haya otras cuya existencia desconozco— hay que decir que Un recién nacido de 170 años suscitó el interés de la prensa extranjera. Seguramente, no era muy habitual que historias o historietas de aquí fueran dadas a conocer en rotativos de Inglaterra y Estados Unidos. Pero lo fueron; al menos ésta de Ricardo Becerro, que yo sepa, en dos ocasiones.

Buscando y rebuscando referencias en torno al “recién nacido”, topé con un artículo de Miguel Apraiz que, en 1977 recordaba la obrita del catedrático vitoriano y mencionaba que había sido publicada en el periódico inglés Yorkshire Weekly Post. Comprendí que la mejor forma de profundizar en esa reseña consistía en ponerme en contacto con mi buena amiga Elena Vázquez Angulo, vitoriana entrañable que reside en Cambridge. Le comenté el asunto y, tras varias consultas, pudo confirmarme que The New-Born Child —“El recién nacido”; así titularon el cuento, con la tradicional capacidad sintética de los británicos— fue publicado en una especie de suplemento semanal del Yorkshire Post el uno de septiembre de 1888. En el anuncio de la publicación de la víspera, calificaban el relato como «an incredible spanish story».

Pero no sólo en Inglaterra. También, ni más ni menos, que en USA, como puede verse en un “pantallazo” del imprescindible Internet, en el que puede verse el fragmento final del cuento en el ejemplar del sábado 15 de febrero de 1873 del periódico La Crónica, editado en Los Ángeles y que se anunciaba como «el único periódico español en el sur de California». Aquí también mencionaban lo de «Historia increíble».

La «historia increíble» que nuestro paisano escribió en 1870 es pues, una muestra de la literatura fantástica en castellano y muy posiblemente pueda considerarse un precedente de dicho género en el País Vasco. Efectivamente, si dejamos a un lado los múltiples ejemplos de tradición oral que abordan temáticas más o menos legendarias, escasos son los exponentes literarios vascos en este campo. Y más aún en el siglo XIX. El propio autor explica a la conclusión del cuento su decisión de irrumpir en el terreno de la ciencia ficción y, en fin, su deseo de poner —como en tantas otras materias— a su querida Euskal Herria a la altura de otras culturas europeas:

«La literatura de las maravillas y de los cuentos estupendos están de moda; de Alemania y de Francia nos envían folletines archicélebres que ponen los pelos de punta y que prueban que por allí se pasa el tiempo y se entretiene la imaginación con manjares fuertes […] Nuestra tierra vascongada tiene como la del Rhin y  la del Elba sus noches tristes: sus pipas encendidas; sus patriarcas y filósofos; y sus bodegas de sagardúa y de chacolí en vez del aguardiente de cerezas y la cerveza ¿por qué no ha de tener también sus narraciones excéntricas y originales?».

Ricardo Becerro Bengoa: un gran alavés, sabio y entendido en múltiples materias y que hace 150 años escribió un cuento cuando menos… curioso y que mereció la publicación en prensa extranjera.

                                                        Testua: Eduardo Valle Pinedo 

 Hona hemen ipuina, "Ilustración de Alava" aldizkariaren bi zatitan argitaratua / He aquí el cuento, publicado en dos números de la revista "Ilustración de Alava"








3 comentarios:

  1. Interesante y, además, ingenioso. Y por supuesto, una búsqueda ágil y muy bien hilvanada.Zorionak, Eduardordo

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  2. Benetan interesgarria! Javierrek esan duen bezala, bejondezula Eduardo Valle!!!! De verdad un post muy interrsante. Me uno a lo comentado por nuestro amigo Javier, enhorabuena Eduardo Valle Pinedo!!!

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