Eduardo Valle gure bazkide finak idatzitako beste ekarpen interesgarria publikatzen dugu gaur. Ricardo Becerro de Bengoa du hizpide egileak eta, konkretuki, gizon polifazetiko gasteiztarrak 1870ean idatzitako ipuin bat. Eskerrik asko, Eduardo. Hace unos meses, me hallaba en casa con el aburrimiento
propio de un confinamiento como el que vivimos en la llamada primera ola de la
pandemia que estamos sufriendo. Como no se me ocurría mejor cosa, me dispuse a
ver la televisión y, como primer paso, hice una batida por los diferentes
canales con el mando a distancia, gran invento.
Como suele ocurrir, había de todo y de nada, todo al
mismo tiempo. Dubitativo, al fin me decidí por buscar algo que no estuviera
finalizando o a la mitad. Otra concatenación de canales desfilando a las
órdenes del mando… y llegué al comienzo de una película cuyo título ni me
sonaba: El Curioso Caso de Benjamin Button, protagonizada ni más ni
menos que por Brad Pitt, Cate Blanchett y por otras actrices y actores cuyos
nombres —que perdonen mi ignorancia en temas cinematográficos— no me sonaban ni
poco ni mucho, aunque mi impresión es que hicieron un excelente trabajo.
No es mi intención desvelar los entresijos del guion,
por supuesto. Pero sí quiero exponer el tema principal que preside toda la
historia que se cuenta en los 166 minutos del filme: la marcha hacia atrás del
tiempo en la existencia del protagonista. Para ser más concreto: una persona
que nace con la fisiología de un anciano y que con el paso del tiempo va
haciéndose más y más joven. Una historia que podríamos catalogar como muestra
del género fantástico.
Anticipo el resultado de la consulta que realicé después
en la ficha técnica de la película, resultando que el guion de El curioso
caso de Benjamin Button, está basado en una historia de igual título escrita
por el gran autor norteamericano, Scott Fitzgerald, conocido, reconocido y
aclamado por su exitosa carrera literaria. Digamos también que dicha historia
fue publicada en 1922.
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Ricardo Becerro Bengoa dibujado por "Galop"
(I. Díaz Olano) en
la publicación El Danzarín, nº 2, (13 noviembre 1887) |
El caso es que llevaba unos minutos viendo a Brad Pitt
y compañía cuando, al constatar cuál era la línea básica del argumento, no pude
por menos que recordar una obra de un paisano, un gran paisano, inteligente,
cabal y capaz como pocos en su tiempo: Ricardo Becerro Bengoa. Y la obra a la
que me refiero es un cuento titulado Un recién de nacido de 170 años: sorprendente
título y sorprendente argumento. En ella se cuenta la increíble y
azarosa historia de un tal José Antón de Gusurandi —curioso guiño al euskera en
un apellido inventado que vendría a significar en castellano ‘gran mentira’—,
del caserío del mismo nombre, quien recién cumplidos los 85 años se sometió a
una extraña transfusión de sangre que ofició un médico amigo suyo de nombre
Juan Manuel de Usurbil después de haber dado ambos buena cuenta de las
existencias de sidra en la casa.
Nada de particular tienen los cuatro datos de la
película que he facilitado. Al fin y al cabo, están a disposición de
cualquiera, igual que la propia película —seguro que muchos de ustedes la
habrán visto ya o la verán programada en alguna cadena de televisión cualquier
día de estos—. La que no es tan conocida es la mencionada «historia
increíble» del polifacético sabio nacido en la calle Chiquita. Y creo que
merece ser dada a conocer porque, aunque el tema alrededor del que gira el hilo
del relato es el mismo que el tratado por Fitzgerald y por el guionista de la
película mencionada —el reloj biológico “marcha atrás”— el cuento del que fuera
repetidamente diputado a Cortes por Vitoria le saca al del escritor de Minnessota
una antigüedad de unos cincuenta años.
En efecto, el propio Ricardo Becerro Bengoa nos informa en unos
apuntes a modo de epílogo del relato que éste lo escribió en septiembre de
1870. Y gracias al autor, sabemos que lo hizo en la estación de ferrocarril de
Venta de Baños, mientras esperaba el tren, «por no rendirme al sueño y al
aburrimiento» —añade don Ricardo—. Según la misma fuente, al poco tiempo el
cuento fue publicado en el periódico bilbaíno Irurac-Bat —no lo he
encontrado—. La que sí está a disposición de los lectores interesados es la
edición que publicó Fermín Herrán en su Biblioteca Escogida-1ª Selección
en Vitoria en 1872, una idea editorial digna de haber corrido mejor suerte por
su intento de remunerar a los escritores más dignamente que como se venía
haciendo. Pero ésta es otra historia, ya que las iniciativas del ilustre hijo
de Salinas de Añana han merecido y siguen mereciendo un especial interés.
El cuento reapareció en La Ilustración de Álava,
publicación dirigida, cómo no, por el antes citado Fermín Herrán. En esta
ocasión la historia salió a la calle en dos partes en el mes de junio de 1890.
Ambas ediciones obran en la Fundación Sancho el Sabio y están a
disposición de los lectores por hallarse digitalizadas. En el mismo centro de
documentación se encuentra una tercera publicación del cuento que data de 1900
de la mano del editor S. Rodríguez Serra (Biblioteca Mignon).
Pero además de estas ediciones —quizás haya otras cuya existencia
desconozco— hay que decir que Un recién nacido de 170 años suscitó el
interés de la prensa extranjera. Seguramente, no era muy habitual que historias
o historietas de aquí fueran dadas a conocer en rotativos de Inglaterra y
Estados Unidos. Pero lo fueron; al menos ésta de Ricardo Becerro, que yo sepa,
en dos ocasiones.
Buscando y rebuscando referencias en torno al “recién nacido”,
topé con un artículo de Miguel Apraiz que, en 1977 recordaba la obrita del
catedrático vitoriano y mencionaba que había sido publicada en el periódico
inglés Yorkshire Weekly Post. Comprendí que la mejor forma de
profundizar en esa reseña consistía en ponerme en contacto con mi buena amiga
Elena Vázquez Angulo, vitoriana entrañable que reside en Cambridge. Le comenté
el asunto y, tras varias consultas, pudo confirmarme que The New-Born Child
—“El recién nacido”; así titularon el cuento, con la tradicional capacidad
sintética de los británicos— fue publicado en una especie de suplemento semanal
del Yorkshire Post el uno de septiembre de 1888. En el anuncio de la
publicación de la víspera, calificaban el relato como «an incredible spanish
story».
Pero no sólo en Inglaterra. También, ni más ni menos, que en USA,
como puede verse en un “pantallazo” del imprescindible Internet, en el que
puede verse el fragmento final del cuento en el ejemplar del sábado 15 de
febrero de 1873 del periódico La Crónica, editado en Los Ángeles y que se
anunciaba como «el único periódico español en el sur de California». Aquí
también mencionaban lo de «Historia increíble».
La «historia increíble» que nuestro paisano escribió en 1870 es
pues, una muestra de la literatura fantástica en castellano y muy posiblemente pueda
considerarse un precedente de dicho género en el País Vasco. Efectivamente, si
dejamos a un lado los múltiples ejemplos de tradición oral que abordan
temáticas más o menos legendarias, escasos son los exponentes literarios vascos
en este campo. Y más aún en el siglo XIX. El propio autor explica a la
conclusión del cuento su decisión de irrumpir en el terreno de la ciencia
ficción y, en fin, su deseo de poner —como en tantas otras materias— a su
querida Euskal Herria a la altura de otras culturas europeas:
«La literatura de las maravillas y de los cuentos estupendos están
de moda; de Alemania y de Francia nos envían folletines archicélebres que ponen
los pelos de punta y que prueban que por allí se pasa el tiempo y se entretiene
la imaginación con manjares fuertes […] Nuestra tierra vascongada tiene como la
del Rhin y la del Elba sus noches
tristes: sus pipas encendidas; sus patriarcas y filósofos; y sus bodegas de
sagardúa y de chacolí en vez del aguardiente de cerezas y la cerveza ¿por qué
no ha de tener también sus narraciones excéntricas y originales?».
Ricardo Becerro Bengoa: un gran alavés, sabio y entendido en múltiples
materias y que hace 150 años escribió un cuento cuando menos… curioso y que
mereció la publicación en prensa extranjera.
Testua: Eduardo
Valle Pinedo
Hona hemen ipuina, "Ilustración de Alava" aldizkariaren bi zatitan argitaratua / He aquí el cuento, publicado en dos números de la revista "Ilustración de Alava"