Una vez más aparece en este nuestro blog Napoléon Bonaparte. En esta ocasión de la mano del socio de Celedones de Oro Patxi Viana, quien escribe sobre el desasosiego que crearían sus cartas - visto su estilo- en el receptor de las mismas.
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La capacidad de Napoleón Bonaparte para controlar todo lo que se movía en su imperio era descomunal. En este Bicentenario de su fallecimiento reconocer la capacidad que puede alcanzar la mente humana no significa apoyar sus estrategias.
Basta leer unas pocas cartas de las más de 30.000 que redactó para comenzar a tener momentos ansiosos, de impaciencia e, incluso, de cierta angustia. Es tal la cantidad de órdenes, exigencias y controles que día tras día transmitía a sus subordinados que desborda su lectura.
Elijamos uno de los momentos en los que el Emperador se encontraba en Valladolid preparando su partida para París, por ejemplo, el 11 de enero de 1809. De las nueve cartas escritas ese día tres van dirigidas a su hermano José Bonaparte. En la sellada por la mañana le pedía lo siguiente:
“Hermano mío, quiero que me des información lo antes posible sobre las carreteras: 1 ° de Bilbao a Valmaseda; 2 ° de Valmaseda a Villarcayo; cuáles son las ciudades que nos encontramos, su población; qué tipo de altitud; ¿puede pasar la artillería? 3º de Villarcayo a Orduña; 4º de Villarcayo a Burgos; 5 ° de Villarcayo a Miranda o cualquier otro punto del Ebro; 6 ° de Villarcayo a Santander; 7 ° de Villarcayo a Reinosa. En cada uno de estos caminos ¿puede pasar la artillería? Necesito detalles sobre cada una de estas rutas. Toma esas notas ya sea por el Ministro de Guerra español, ya sea por hombres prácticos del país o por oficiales franceses que han visto y estado en España. Que dibujen en un mapa la carretera principal de Tolosa a Pamplona y la carretera principal de Pamplona a Vitoria. Necesito esta información antes de las diez de la mañana”.
“También necesito la siguiente información, pero siempre que la tenga mañana es suficiente: describir la ruta de Pamplona a Madrid; ¿está pavimentada? Saber qué pueblos están en ese camino, cuál es su población; qué ríos, qué gargantas, qué obstáculos naturales encontramos. Quiero tener los mismos detalles de la ruta de Zaragoza a Madrid por Daroca. Estas notas deben hacerse con gran detalle; podemos aceptar el tiempo, siempre que los tenga mañana durante el día. Lo que recomiendo para todos estos mapas es que establezcamos la escala en leguas de Francia, o, al menos, que demos a conocer la totalidad y parte del número de brazas que contienen”.
Si sólo con la lectura de la carta aparece cierto desasosiego, no me imagino lo que le esperaba al receptor de la misma.
Testua eta argazkia: Patxi Viana
