jueves, 28 de julio de 2016

LA MÚSICA POPULAR Y FESTIVA EN EL CALLEJERO GASTEIZTARRA



La cuadrilla de blusas y neskak LUKEN cumple 35 años. ¡Felicidades! Con motivo de las fiestas patronales vitorianas, han editado un atractivo programa en el que han dado cabida a varias colaboraciones de destacados articulistas gasteiztarras implicados con nuestra Institución. Es el caso de Joseba Fiestras, Jose Mari Bastida "Txapi" y Eduardo Valle. Queremos reproducir el escrito que "Txapi" ha elaborado para LUKEN. 

LUKEN brusa eta nesken kuadrilak 35 urte betetzen ditu. Zorionak! Gasteizko jai nagusien kariaz, oso egitarau-aldizkari polita atera dute eta bertan gure Erakundearekin zuzen erlazionatutako zenbait laginen idazkiak agertzen dira. Horra hor, Joseba Fiestras, Jose Mari Bastida "Txapi" eta Eduardo Valleren ekarpenak. "Txapi"ren artikuluari ematen diogu tarte bat zutabe honetan.
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Han pasado 100 años desde que en 1916 se le diese el nombre del alavés Vicente Goicoechea a la antigua calle del Juego de pelota, convirtiéndose de este modo en la primera vía pública gasteiztarra dedicada a un músico. Desde entonces hasta la actualidad, si bien no en exceso, la música ha tenido un hueco en las denominaciones de nuestro callejero. Hasta Beethoven tiene una calle en la Ciudad. Pero esta es una revista festiva. Por tanto, ciñámonos a lo relacionado con la música popular. 

Existe una habanera extendida a lo largo y ancho del planeta que es obra de
Jose Mari Bastida "Txapi"
un alavés de Lanciego fallecido en Vitoria: Sebastián Iradier. A este compositor no se le dedicó calle alguna, para evitar confusiones con otra ya existente, la de Manuel Iradier. Sin embargo, sí se le dio el nombre de esa habanera, La Paloma, a la calle que va desde la de Prudencio María de Verástegui a la de La Esperanza.   
Mariano San Miguel, compositor del pasacalles Celedón, también tiene su calle en el barrio de Judimendi. En ese mismo barrio, siguiendo el trazado del antiguo ferrocarril vasco-navarro, tienen su espacio Los Aramburu (Juan, Enrique y Luis). Uno de ellos, Luis fue el autor, entre sus numerosas composiciones, muchas de ellas festivas, del Himno a la Virgen Blanca con letra de Venancio del Val, ilustre vitoriano que tiene una plaza dedicada en un lado de la calle Portal de Castilla.  
No podemos olvidar a Alfredo Donnay, cuyas canciones son indispensables en las sobremesas de cualquier celebración festiva. También tiene su calle, precisamente en Arriaga, adonde mandaba merendar unos callos a los pescadores en una de sus más populares canciones. 

Bizente Goikoetxea
En Desamparados, se puede pasear por la calle de Jesús Guridi, el más insigne compositor vitoriano del siglo XX. En sus obras, utilizaba con gran maestría los temas populares que había recogido el gran musicólogo Resurrección María de Azkue. Este personaje vizcaíno tiene en nuestra Ciudad dedicada una calle pendiente de rotulación ubicada en Lakua, al lado de la nueva estación de autobuses

 Los zortzikos de José María de Iparragirre forman parte indiscutible de nuestra música popular. El bardo guipuzcoano tiene una calle que discurre por Adurtza. Su obra más popular, Gernikako Arbola, también tiene su espacio en Arriaga-Lakua. Por cierto, esta obra fue la primera que interpretó en su concierto de presentación, celebrado el 1 de junio de 1916, nuestra este año centenaria Banda Municipal de Música. 

José Uruñuela, con vía pública en San Cristóbal, trató con maestría la música
Jose Mari Iparragirre
tradicional. Además realizo coreografías basadas en nuestras danzas autóctonas. Ya que hablamos de danzas, en el mismo barrio, la Plaza del Dantzari honra a los intérpretes de ellas.En esa zona sur de Vitoria-Gasteiz, están las calles que recuerdan a nuestros instrumentos autócnos: la Alboka, instrumento que estuvo a punto de desaparecer y que ha florecido (este año se ha celebrado el día del Albokari en el pueblo alavés de Orbiso), la ancestral Txalaparta, rústico instrumento de percusión, la Txirula, esa especie de pequeño txistu que se toca en Iparralde, la Trikitixa, esa pequeña acordeón de botones tan extendida en la actualidad, la Dulzaina, que, además de servir como elemento musical para muchas de nuestras danzas alavesas, acompaña en nuestras fiestas a los gigantes y cabezudos, y ¡cómo no! los Txistularis, elemento festivo por excelencia de nuestras fiestas, también tienen allí su calle. La Blanca sin ellos sería distinta.
 

Disfrutemos nuestras fiestas en las que algo tiene que ver todo lo arriba escrito.

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