jueves, 25 de octubre de 2018

DONNAY Y CASA CURAL DE VÍRGALA


Birgaragoien

Abel Lopez de Agiletak ondoko idazkia bidali digu, Alfredo Donnay gogoratzen ari garen esgun hauetan bardoaren gaineko zertzeladak aberasteko. Abelek bertatik bertara ezagutzen ditu Birgaragoien inguruko bazterrak eta, Donnayren artikulu batean oinarrituta, berak ere egiten du jauzia atzerantz eta bere oroitzapenak azaltzen dizkigu. Eskerrik asko, Abel.

El amigo Jose Mari Bastida "Txapi" me envió amablemente un artículo publicado por Alfredo Donnay en la Revista Celedón del año 1962, posteriormente publicado también en la revista Vida Vasca de 1966 (nª 43), en el que relata una breve excursión que realizó el bardo alavés al pueblo de Vírgala Mayor, donde estuvo viviendo y trabajando durante unos meses. Es un artículo nostálgico en el que Donnay nos muestra, en breves y cariñosas pinceladas, los recuerdos que le produce su visita a Vírgala Mayor. Para hacer esa breve excursión, el poeta ha cogido el "trenico" de Vitoria hasta Maestu (el inolvidable ferrocarril Vasco-Navarro), y desde allí ha dirigido sus pasos, caminando, hasta el pueblo del que tan gratos recuerdos conserva.

Donnay nació en Vitoria, pero estuvo trabajando como ebanista, entre el año 1921 y 1922, en la fábrica de muebles que tenía Sixto Arrieta en Vírgala Menor, (junto a la central eléctrica que tenía Arrieta.) Pero en ese tiempo estuvo viviendo, como inquilino, en la casa cural de Vírgala Mayor, pues además de la vivienda del cura contaba con otra que se solía alquilar a trabajadores, como es el caso de Donnay, o a pastores.

Donnay tiene una canción famosísima, y muy cantada por todos los alaveses, que empieza así: "Blancas como palomas se ven la casas allá en la aldea/salen del campanario notas de bronce que hasta mí llegan/ " Pues bien, esa canción la compuso Donnay estando en Vírgala, cuando desde la Casa cural veía el pueblo de Apellaniz, y las bandas de palomas que llegaban en otoño sobre ese pueblo.

Alfredo Donnay

En el artículo hay algún dato curioso, y que yo recuerdo habérselo oído a mi abuelo Félix. Que el asfalto de la fábrica de Atauri se llevaba a Vitoria en carros de mulas, y que para subir el puerto de Azáceta había que ayudarlas con parejas de bueyes que, a veces, ponían los vecinos de Vírgala. También se refiere Donnay a una piedra que se encuentra en el dintel de la puerta de entrada al cementerio de Vírgala Mayor, como advertencia para todo el que entra. La piedra dice en latín: "Hodie mihi, cras tibi", que se puede traducir como "Hoy me ha tocado a mí, pero mañana te toca a ti".

Es curioso también que desde la Cruz del Pañuelo de Maestu describe a Apellaniz como un pueblo vetusto, gris y frío. En cambio, a Vírgala Mayor la llama "la Bella" y con "blancuras de pueblo andaluz". Al llegar a Vírgala Mayor, y desde la fuente que está a la entrada junto a la carretera, Donnay contempla la casa cural, y dice "que fue nuestra vivienda". Desde la casa, se dirige al manantial que abastece de agua a los pueblos cercanos. Se refiere al manantial o fuente Iturrioz, que está junto a la carretera que baja de Azáceta, a la salida del pueblo. De ahí, atraviesa la carretera y coge el camino que se dirige a las landas de Atxoste, pero enseguida sube hasta Campanoste, para contemplar el pueblo a sus pies, y el riachuelo que baja desde Aguas-Anchas, y que Donnay llama "arroyuelo de aguas puras de manantial."

En la fotografía de la segunda página es interesante fijarse en el estado en que se encontraba, en aquellos años, la casa cural, con su imponente alero en el tejado, la casa rodeada de paredes medio tiradas, sin el cierre de hormigón y escaleras que tiene hoy en día. Merece la pena fijarse en la puerta de piedra de sillería, con arco de medio punto, que se ve en la esquina-este de la casa, que era la entrada a la capilla de San Joaquín y Santa Ana, construida por Joaquín López de Vicuña en el siglo XVIII. En esa capilla se daba misa en invierno, y se enseñaba la catequesis a los niños. Nuestros abuelos aprendieron a hacer de monaguillos en esa capilla.

Para acabar con este sencillo homenaje a Donnay, hay que recordar que en su juventud fue un destacado militante anarquista, que transmitió sus ideas políticas al médico de Maestu, el famoso Isaac Puente, detenido y fusilado probablemente cerca de Pancorbo en setiembre de 1936. Entre 1925 y 1928 el médico Puente estuvo viviendo también en Vírgala Mayor, como inquilino en la casa que Sixto Arrieta tenía, y que en la fotografía se ve después de la casa cural.

Se da la circunstancia de que la mujer de Donnay, llamada Águeda Monreal, padecía de artritis, por lo que tuvo muy estrecho contacto con Isaac Puente, cuando Donnay vivía en la casa cural de Vírgala y Puente vivía todavía en Maestu, en un piso de la que fue después Casa Consistorial. Esta relación se mantuvo entre los años 1921 y 1922, por lo que parece seguro que no llegaron a vivir juntos en Vírgala Mayor, ya que Puente no figura como vecino de Vírgala hasta 1925. De ese contacto estrecho con Donnay y con los obreros ferroviarios que trabajaban en el Ferrocarril vasco-navarro, Puente, que era de familia tradicionalista carlista, fue adquiriendo las ideas anarquistas.

Un saludo a todos los lectores de este blog de los Celedones de Oro.

Eskerrik asko denoi


                                                                                                         Abel López de Aguileta Quintana


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