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sábado, 12 de noviembre de 2016

APARICIÓN DE LA VIRGEN DE PETRÁS EN ESPEJO (VALDEGOVÍA). 1.931

Juan Carlos Abascal
El amigo Juan Carlos Abascal nos ha enviado otro trabajo, para que podamos publicarlo en este rincón. Lo hacemos con verdadero gusto.
En esta nueva ocasión, volvemos a Valdegobía, tras las huellas de una supuesta aparición de la Virgen María.
Juan Carlos Abascal adiskideak beste idazlan bat bidali digu, argitara dezagun. Gustuz egiten dugu, bai horixe.
Oraingoan Gaubeako lurraldetik zehar egiten dugu txango historiko interesgarria, Ama Birjinaren ustezko agerpen baten atzetik.

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Batxikabo
En el verano de 1.931 a pocos meses de iniciada la II República (14 de Abril), fueron muy sonadas las supuestas apariciones de la Virgen en este lugar y que tras muchas procesiones y rezos, fue desmontado el supuesto engaño por mozos de Villanañe y Espejo, quienes a golpes desalojaron a la gente allí reunida y talaron los pinos donde supuestamente se aparecía la Virgen. Con los restos del altar los mozos bajaron a Espejo, donde reorganizaron un nuevo altar y colocaron a modo de bufa un cartel que decía: “La Virgen de Petras, Cansada del monte, Ha bajado a la Ciudad”
Así contada la historia es una forma muy sencilla de resumir lo acaecido, pero profundizando y hablando con gente más o menos implicada o testigos de aquellos hechos, hay que resumir los hechos que ocurrieron viendo los favorables y los contrarios a dicha aparición.
Hoy aparte del recuerdo de lo acontecido, queda la roca en la que supuestamente se aparecía la Virgen y en la que aún se puede apreciar sus oquedades quemadas por las velas que se ponían en la misma en honor de la Virgen de Petrás.
Y también en lo más profundo queda la duda de si realmente apareció.

Virgen de Petras: Aparición en Espejo.
Batxikabo
Un muchacho de familia oriunda del pueblo cercano de Bachicabo, llamado José Luis Barrio, de unos 14 años de edad, y mientras pastoreaba un pequeño hato de ganado, como no podía ser menos cuando se trata de apariciones de la Virgen que siempre se aparece a pastorcillos, dijo habersele aparecido la Virgen cerca del manantial de Petrás.

En cosa de días, las gentes de buena fe le dieron crédito a la noticia y empezaron a reunirse en torno a la roca de Petrás, junto al vidente a la espera del hecho milagroso de ver aparecer a la Virgen. En principio eran personas llegadas desde los pueblos próximos, pero poco a poco fueron uniéndose gentes llegadas de Bilbao, Vitoria y Miranda de Ebro, y hay quien recuerda en Espejo la llegada desde de Madrid de autobuses para ir en peregrinación hasta el sitio de Petrás. 
Varios curas párrocos de la zona, principalmente D. Félix Alesón párroco de Espejo y D. Ildefonso, párroco de Barrio, consideraron que convenía ordenar esta concurrencia de fieles y con su tutela organizaron comitivas camino de Petrás, rezando el rosario y las letanías de costumbre.  En estas circunstancias, se unieron otros videntes que también veían a la Virgen, entre ellos otro de Bachicabo, Ignacio Orruño, y hasta seis o siete más de otras localidades del Valle, quienes decían ver la Virgen también.

Contexto de las apariciones
En primer lugar hay que analizar el contexto en el que tuvo lugar la supuesta aparición de la Virgen en el término de Petras, de ahí su nombre Virgen de Petras, muy cerca del manantial de agua así también llamado y que históricamente suministra el agua al pueblo de Espejo.
Ezkioga

Coincide esta aparición en el tiempo, también con las apariciones de la Virgen de Ezkioga en Junio de 1.931 en el pueblo de Ezkioga (Gipuzkoa), sin olvidar la exaltación de los milagros de Fátima y de Lourdes. El hispanista católico irlándes Walter Starkie visitó Ezkioga cuando las apariciones estaban en su momento de máximo auge y dedicó un capítulo entero de su libro Spanish Raggle-Taggle a los sucesos de Ezkioga. Después de analizar las historias que le contaron y de ver los hechos que allí ocurrían, concluyó bastante convencido que grupos derechistas y tradicionalistas estaban utilizando los sucesos de Ezkioga como herramienta política en su lucha contra la laica Segunda República Española, que se había proclamado dos meses antes de iniciarse las apariciones. Algunos de los mensajes que supuestamente había dado la Virgen a los videntes hablaban de una inminente guerra. 

En Espejo pudo suceder otro tanto ya que el ambiente político era muy malo con los republicanos muy en contra de lo religioso. Hubo dos bandos irreconciliables en el tema de la aparición: los que estaban convencidos de que así eran y se dejaron llevar por motivos religiosos y económicos; y los que estaban convencidos de que era un engaño o no lo querían creer y se llevaron por motivos antirreligiosos, pero hubo en este grupo como veremos personas e instituciones que estuvieron en contra por motivos no sólo religiosos como también económicos. Los mismos motivos distintas motivaciones.

A Favor de la Aparición de la Virgen de Petrás:
Lógicamente priman en primer lugar en los motivos religiosos en esta supuesta aparición de la Virgen:
- el vidente de Batxikabo, quien decía ver la Virgen, y posteriormente otros videntes y creyentes.
- El cura párroco entonces del cercano pueblo de Barrio, D. Ildefonso, fervoroso siguiente de la Virgen de Petrás, y D. Félix Alesón, párroco de Espejo, quienes organizaban procesiones hasta el lugar, de forma muy rimbombante con crucifijos, monaguillos, etc…
- La feligresía en especial, mencionando expresamente a las hermanas Barredo del pueblo de Espejo, reflejadas en el cuento El Tercer Milagro por Pedro Morales Moya en su libro titulado Al Aire Libre-Cuentos Alaveses, y quienes durante años después del desmontaje continuaron yendo al lugar a rezar a la Virgen.


En segundo lugar no hay que olvidar los motivos económicos.
Los lugares donde se aparecen las vírgenes, se revalorizan económicamente y son objeto de especulaciones inmobiliarias. Véanse Fátima o Lourdes y los negocios inmobiliarios y comerciales que alrededor de estas apariciones se han realizado.

Ya había gente pensando en levantar un edificio para venerar a la Virgen y en Espejo ir pensando en levantar hoteles, fondas, etc…. Las hermanas Barredo mencionadas no eran ajenas a ello, por ser las idealistas, pero su entorno sí y además ser propietarias de muchas fincas en Espejo.

En contra de la Aparición de la Virgen de Petrás
Nos encontramos principios o motivos antirreligiosos. Se estaba en plena república y aunque declarada aconfesional, realmente fue anticlerical con un odio extremo a los curas. Así los jóvenes en especial, hacían mofa y escarnio de los seguidores de la Virgen de Petras en el pueblo de Espejo.

Unos lo hacían por motivos personales. Estaban dos jóvenes de Espejo acusados de una violación cometida justo antes de la República, en tiempos de la Dictadura de Primo de Rivera, y que tenían inquina a D. Ildefonso, cura de Barrio, quien impulsó la denuncia por violación. Dichos jóvenes pagaron entonces con cárcel el supuesto delito cometido. El día de la refriega en Petrás que acabó con las apariciones, D. Ildefonso y su feligresía volvían en procesión después de rezar ante la Virgen de Petras atravesando el monte hasta llegar a la carretera. La comitiva tenía que pasar bajo la peña a cuyos pies brota la fuente que llaman de “El judío” a la entrada del pueblo de Barrio. Estos jóvenes de Espejo les esperaron en lo alto de la peña, y se dispusieron a tirar piedras al cura y acompañantes con ánimo de asustarles e impedirles el paso al pueblo. D. Ildefonso dio un paso adelante y con los brazos en cruz, se arrodilló y gritando hacia arriba a los atacantes les conminó a que le mataran a él solo y dejaran al resto de acompañantes en paz. Esta actuación sobrecogió a los jóvenes de Espejo quienes dieron marcha atrás en sus intenciones.
Angostoko Andra Mari

Pero también nos encontramos que desde la propia institución eclesiástica del valle, concretamente el Santuario de Nuestra Señora de Angosto, estuvo en contra de dar veracidad a esta aparición, y lo hizo por motivos religiosos propiamente y económicos.

Hay que tener en cuenta que la aparición de la Virgen de Petrás si se demostrase u oficializase iba en contra de la Virgen de Angosto, quien nunca se apareció como la de Petrás, sino que lo que apareció en Angosto fue una imagen de una virgen que luego daría nombre al lugar y a ella misma. Sería para los Pasionista de Angosto ver como la devoción de la gente cambiaba de Virgen y con ello también sus donaciones, testamentos, etc…Motivos económicos tampoco le faltaban para ello como se puede imaginar.

El enfrentamiento eclesiástico entre los rectores del Santuario de Angosto y los fervientes defensores de la Virgen de Petrás, encabezados por el párroco de Barrio no podía hacerse evidente ni público.

Un fraile mayor de Angosto me desveló que efectivamente los frailes de Angosto estaban en contra de Petrás, pero que no podían entrar en discusión o peleas directamente con los curas de Barrio y Espejo, que mantenían buenas relaciones con el obispo de Vitoria, Monseñor Mateo Múgica , no cómo ellos que dependían de su orden. Los frailes de Angosto acudieron a Rodrigo Hipólito de Varona Guinea, padre del actual señor de Varona, solicitando su ayuda por haber sido la familia benefactora de Angosto desde tiempos inmemoriales. Recordar que en 1.886 cuando quedó destruido el convento de Angosto por un incendio los frailes se alojaron en la Casa de Franciscanos de Espejo, a excepción del prior y otro, que lo hicieron en la casa torre de los Varonas.
Barona sendiaren jauregia

También fui informado por el actual señor de Varona, Rodrigo María de Varona y Beltrán de Salazar, de que efectivamente su padre envió a mozos de Villanañe a Petrás para reventar las apariciones, cuadra así las dos versiones que dicen que si fueron de Villanañe o fueron de Espejo. Fueron jóvenes de ambos pueblos los de Espejo por republicanos y por la inquina a D. Ildefonso y los de Villanañe mandados por el Señor de Varona para proteger a Angosto, los que pusieron punto y final a las apariciones de la virgen en Petrás.

Fin de las apariciones
Un atardecer, cuando la masa de fieles estaba rezando el rosario ante la roca, a la espera de que se produjera la aparición, ese grupo de mozos, irrumpió en la explanada y la emprendió a golpes con los devotos de Petrás, para que desalojaran la zona. Arrancaron las flores y ramajes que rodeaban el hueco abierto en la roca donde se suponía que aparecía la virgen. Hubo alguna resistencia y se liaron a palos y puñetazos para disolver a la feligresía allí congregada.

Los mozos bajaron a Espejo ramas y flores y montaron un falso altar en el ventanal de una casa, justo donde arranca la carretera de Barrio y colocaron el cartel con la letrilla: La Virgen de Petrás, cansada del monte, ha bajado a la Ciudad”.

La Guardia Civil inicio un procedimiento de interrogatorios para conocer el alcance de la reyerta e informar sobre la verosimilitud o falsedad de las apariciones.  Desfilaron por el cuartelillo de Espejo los que decían ver a la Virgen, que “hábilmente interrogados” tuvieron ocasión de desdecirse. Aun así el vidente de Bachicabo, José Luis Barrio, se mantuvo en sus trece durante muchos días, hasta que acabó desdiciéndose de sus visiones.

Pese a todo, las dos señoras que en Espejo llamaban “las barredas” por apellidarse Barredo, y de nombre Encarna y Lucrecia que habitualmente residían en Vitoria y eran oriundas de Valdegovía, concretamente de Bellogín y veraneaban en Espejo, siguieron visitando Petrás durante muchos años y se decía que dieron protección al mozalbete visionario.

Y así se dio fin a la aparición de la Virgen en Petras en el pueblo de Espejo.
Gracias especiales a mi gran amigo Pedro José Morales Moya que con sus casi 94 años es memoria viva de Espejo y la época en que se desarrollaron estos hechos.


Argazkiak: Euskomedia, Wikipedia





sábado, 29 de octubre de 2016

VALDEGOBIA Y LOS TEMPLARIOS

Juan Carlos Abascal es un amigo de la Institución Celedones de Oro, muy interesado en temas históricos alaveses. Forma parte de la Sociedad Landázuri, entidad preocupada por el mantenimiento y reivindicación del patrimonio alavés. 
Juan Carlos Abascal
Juan Carlos nos ha pasado el texto que viene a continuación, que lo publicó hace unos años desde, precisamente, la Sociedad Landázuri. Por su interés lo reproducimos.

Juan Carlos Abascal Urrezko Zeledonakl Erakundearen laguna da, Arabako historiarekin oso interesatua dagoena. Landazuri elkartekidea da, arabar ondarearen sostengu eta aldarrikapena helburua duen Elkartekoa, hain zuzen.

Juan Carlosek ondoren datorren testua eskaini digu, duela urte batzuk Landazuri Elkartearen izenean. berak publikatutakoa, Interesgarria delakoan argitaratzen dugu.

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¿Qué tuvo de mágico Valdegobía, para que una organización foránea como los Templarios, creada en 1.129, aparezca vinculada tan claramente a Valdegobía, tan lejos de su lugar de creación y más en aquellos tiempos?
La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, popularmente conocida como los Caballeros Templarios u Orden del Temple, una de las más famosas órdenes militares cristianas, fue fundada sobre 1.118 tras la primera cruzada por caballeros franceses encabezados por Hugo de Payens, y reconocida por la Iglesia Católica en 1.129.

Algunos historiadores propugnan la teoría de que la orden templaria fue creada para fines secretos, relacionados con el esoterismo y la mística que los poderes oficiales habían silenciado durante siglos (Louis Charpentier), y para la creación y desarrollo de un imperio universal sinárquico y por la persecución de teorías trascendentalistas y espirituales de primer orden, cuyo estudio y práctica cambiaría al hombre y a la humanidad y lo proyectase a una nueva época de elevación espiritual (ATIENZA, J. G.: La meta secreta de los templarios; La mística solar de los templarios: Guías de la España Mágica y Guía de la España Templaria. Pero existen otros que niegan decididamente toda implicación trascendentalista de la obra y la misión de los templarios y la limitan al mero panorama político y religioso medieval y renuncian a plantearse interrogantes y enigmas que, en muchos casos, saltan a la vista o por lo menos sorprenden (DEMURGER, Alain: Auge y caída de los templarios)

La Orden del Císter, fundada por San Roberto en la abadía de Citeaux, Francia, en 1098, como renovación y recuperación de los ideales benedictinos y pureza de la regla original, intervino directamente en la creación de la Orden del Temple. Ya san Bernardo, abad de Claraval, presunto fundador o, al menos, inspirador de la orden, redactó sus estatutos y animó a sus familiares, sobre los que al parecer ejercía un gran ascendente, que a la sazón eran condes de Champaña o vivían en dicho condado, para que participasen directamente en la fundación de la orden, se vincularan a ella o la favorecieran con donaciones y legados. El mencionado fundador de los Templarios, Hugues de Payns, el primer gran maestre del Temple, es señor feudal de un territorio cercano a Troyes y está emparentado con los condes de Champaña.

El Císter participó en la fundación de la Orden del Temple y también en la creación de las Órdenes militares de Calatrava (1164), Alcántara (1213) y Aviz (1147), que, curiosamente, heredarían y serían, pese a todo, continuadoras del Temple tras su proscripción.

Los caballeros templarios usaban como distintivo manto blanco con cruz roja y pertenecía a las unidades militares mejor entrenadas que participaron en las cruzadas. Sin embargo su fortaleza residía en sus miembros no combatientes, quienes gestionaron una compleja red financiera y económica en el mundo cristiano, siendo los fundadores de lo que hoy conocemos como bancos, y construyendo fortificaciones por toda la zona del Mediterráneo y Tierra Santa.
Los rumores surgidos sobre la ceremonia de iniciación de los templarios que era secreta y la pérdida de Tierra Santa, generó gran desconfianza, y en especial envidias económicas, en especial por Felipe IV de Francia, endeudado considerablemente con la Orden, manejó sus resortes e influencias con el Papa Clemente V, quien en 1.312 firmó la disolución de la Orden.

La brusca y trágica desaparición de la Orden, dio lugar a las numerosas especulaciones y leyendas que hoy en día siguen vivas y mantienen el nombre de los Caballeros Templarios.
Valdegobía
Por eso nos preguntábamos que magia tuvo Valdegobía para que en breve plazo desde su aprobación, aparezcan pruebas de su estancia en Valdegobía. Como prueba física, mencionamos en primer lugar la Ermita de San Juan Bautista, en la localidad de Cárcamo, en la que existe una inscripción de 1.150, en la que se hace referencia a la Orden del Cister.

Una prueba escrita constituye el testimonio de Fray Miguel de Varona, aunque está fuera de tiempo como veremos. En el relato que el bueno de Fray Miguel de Varona hace de la aparición de la imagen de la Virgen de Angosto, en el año 1.089, y tratando el pueblo de Villanañe de decidir dónde guardar la Virgen, nos cuenta que “la Iglesia de San Cosme y San Damián (que existió en Villanañe), era la más capaz y más decente para colocar allí la imagen de la Virgen Santísima, pero no podía llevarla allí, porque eso era entregársela a la Orden de los Templarios que entonces no estaba extinguida la Orden, ni tenía el Ordinario secular jurisdicción ni dominio sobre la Iglesia que era de Regulares, aunque después que se acabó esta dicha religión, fue por algunos años iglesia parroquial de Villanañe”. Fray Miguel de Varona lo escribió en 1.715, basándose en los archivos familiares de los Varonas, y se dejó llevar por la pasión a la Virgen de Angosto y sitúa erróneamente a los Templarios en el momento de su aparición en 1.089. Sin embargo sí nos deja constancia de su existencia en Villanañe y en concreto en el dominio que tuvieron en la desaparecida Iglesia de San Cosme y San Damián y de los recelos que los Templarios emanaban, propios de épocas mucho más posteriores que la aparición de la imagen de la Virgen.
Bellojín


Otra prueba de la existencia de los Templarios en Valdegobía la tenemos en el “Plano de la Provincia de Alava construido por la memoria de los naturales por el geógrafo D. Tomás López en año de 1.770”. En él figura claramente “Ruinas de Templarios” y las sitúa entre Bellojín y Atiega, aunque estuvieron más cercanas a este último pueblo.

Efectivamente cerca de Atiega se encontraba un monasterio en el lugar conocido como Valdefrades o Valle de los Frailes.

En 1.767 el sacerdote alavés Juan Manuel de Ocharan Salazar enviada al citado geógrafo Tomás López, un mapa indicando el ámbito geográfico de la ruta templaria alavesa que abarcaba las localidades de Atiega, Villamaderne, Tuesta Bellojín y Salinas de Añana.

Otro posible testimonio lo tenemos en la Iglesia de Tuesta. La bóveda que cubre la cabecera es de gallones con cinco nervios que parten de cada uno de los cinco lados que forman la cabecera, coronando en una clave donde se representan dos ángeles elevando hacia el cielo la cruz de los templarios y sobre la clave el Pancreator repartiendo justicia. Debemos mencionar la estructura militar de esta iglesia, donde existió un torreón defensivo encima de su campanario y que fue demolido el siglo pasado en una de sus restauraciones. También cuentan que en la localidad de Guinea en unas excavaciones realizadas junto a la Iglesia apareció un cementerio medieval en el que se encontraron lápidas templarias y que cerca de Guinea existió una fortaleza templaria destinada a la defensa del camino real que pasaba por allí.

En Bellojín se encuentra la ermita dedicada a San Cornelio y San Cipriano. Una reciente restauración ha sacado a la luz los restos de una venta románica debajo de la cual se aprecia una cruz patada con el símbolo del alfa y el omega en sus brazos horizontales.

Como vestigio real de la estancia de los templarios nos queda hoy en día el Real
 Monasterio de las Comendadoras de San Juan de Acre, en la villa de Salinas de Añana. En tiempos de las cruzadas perteneció a la Orden de Malta y fue hospital de peregrinos que perteneció a las “sopor militiae Templi” monjas templarias. En un escrito dirigido al Maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén a mediados del siglo XVI, se dice que la fundación del Monasterio de Salinas de Añana “es la más antigua que hay en España de religiones nuestras, por tradición en ella y en toda aquella comarca, de haber sido de templarios”.

Atiega

Y en relación a las especulaciones y leyendas que sobre los Templarios se difundieron, vamos a recordar una de ellas que habla sobre la existencia de triángulos mágicos en los que recoger la fuerza sobrenatural. Pues bien, si en un mapa unimos la ubicación del Convento de San Juan de Acre en Salinas de Añana, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Tuesta, y las ruinas de los templarios cercanas a Atiega, contemplaremos como su unión nos da un 
perfecto triángulo equilátero. ¿Es quizá dentro de este triángulo mágico donde los templarios escondieron el Santo Grial? La leyenda del grial señala que éste fue escondido por los templarios en un lugar: Mont Salvat. Bien puede corresponder este nombre con la cercana Sierra Salvada, macizo montañoso que hace frontera natural entre las provincias de Burgos, Alava y Vizcaya.

Y ya dentro del misterio no podemos de dejar de preguntarnos si los epígrafes o inscripciones que se encuentran en la parte posterior de la Iglesia de El Salvador, en Espejo, grabadas en dos sillares, en la tercera hilada a partir del suelo, en su cara norte, ¿no serán algún mensaje que nos dejaron sucesores de los templarios que siguieron viviendo en Valdegobía y que aún no hemos sabido descifrar?

¿Qué tuvo de mágica esa antigua Valdegobía nuestra?

Argazkiak: Euskomedia, Dani García