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domingo, 28 de octubre de 2018

MOLINO DE LEGARDAGUTXI / LEGARDAGUTXIKO ERROTA

Donnayren emaztea, Legardagutxin (Donnayren argazkia)
Urrezko Zeledonak ekitaldi berezi bat eratzen ari dira azaroaren 7rako, noren inguruan eta Arabako bardotzat hartuta izan den gizonarenean: Alfredo Donnay, Urrezko Zeledona 1975. Dagoeneko, txoko honetara hurbiltzen den irakurleak badu ekitaldiaren berri eta baita bertan Donnayren abesti batzuk kantatuko direla jakin ere. Gaurkoan, beste kanta baten gaineko informazioa eman nahi dugu. 

Gutxi izango dira Araban Legardagutxiko errotari abestu ez diotenak, Donnayren poema eta melodiari esker. Legardagutxiri buruz Venancio del Valek - Urrezko Zeledona 1966- idatzi zuen 1986an El Correo Español-El Pueblo Vasco egunkarian eta bere osotasunean aldatzen dugu hona. Bestalde, abestiaren hitzak eta partitura ere irakur daitezke.

Celedones de Oro están organizando para el 7 de noviembre un acto especial alrededor de la figura de Alfredo Donnay, Celedón de Oro 1975. Los habituales lectores de este blog ya tienen información de lo que se está programando, que incluye un pequeño festival con algunas de las canciones del bardo alavés. Hoy traemos información acerca de otra canción, en principio no incluida en el programa del día 7.

Pocos habrá en Álava que no hayan cantado al viejo molino de Legardagutxi, gracias al poema y melodía de Donnay. En 1986 Venancio del Val - Celedón de Oro 1966- escribió sobre Legardagutxi en el periódico El Correo español-El Pueblo vasco, y hemos querido traer a este rincón aquel artículo. Igualmente aparecen la letra y partitura de "Viejo molino".
Fotografía: Agueda Monreal, mujer de Alfredo Donnay, en la presa del molino de Legardagutxi (foto hecha por Alfredo Donnay)

lunes, 28 de mayo de 2018

EN TORNO A UN PASACALLES


Aurten ehun urte betetzen dira Mariano San Miguelen "Celedon" kalejira lehen aldiz jo zenetik. Eta gure txoko honetan toki eman nahi diogu efemerideari. Gaur ere, Eduardo Valle lagunaren bitartez, beste ekarpen bat dakargu, gasteiztarrrongan hain sustraitua dagoen musika martxa horren gain gehiago jakin dezagun. Eskerrik asko, Eduardo.

Es oír los primeros compases del pasacalle Celedón y cualquier gasteiztarra sabe que la cosa va de fiesta. Sea del cuatro al nueve de agosto, en el regreso de la romería de Olárizu o en la entrega del premio Celedón de Oro en el teatro Principal.

Lo cierto es que esta pieza musical es un elemento propio en el discurrir festivo de Vitoria. Y es que, tras su estreno en 1918, Celedón entró a formar parte del acervo folclórico de nuestra tierra y pasó a ser referente en la ambientación musical propia de las festividades vitorianas.Es decir, poco menos que insustituible, como lo demuestra la anécdota que publicó Venancio del Val en el diario El Correo en referencia a lo acontecido en el inicio de las fiestas de 1948, año en el que la partitura que nos ocupa cumplía treinta años.

El cuatro de agosto de ese año el ayuntamiento, en corporación, se dirigía a las solemnes vísperas que iban a tener lugar en la iglesia de San Miguel acompañado de la Banda Municipal. Ésta, con José María González Bastida al frente, comenzó a tocar el protocolario y elegante Alkate Soinua, arreglado y armonizado para la ocasión y con el visto bueno del  consistorio.

Cuenta del Val que el público que presenciaba la comitiva prorrumpió en una “pita estrepitosa” como protesta por la novedad musical a la que estaba asistiendo, dado que era el Celedón de Mariano San Miguel la pieza con la que se acostumbraba a iniciar las fiestas.

El director de la banda, dándose cuenta de lo que ocurría, paró la interpretación y, tras unos momentos, los músicos se arrancaron con el pasacalle que todos querían oír y que acompañó a la corporación hasta la iglesia.  Hasta aquí, a modo de resumen, lo relatado por el recordado Venancio del Val en 1973. 

No creo que silbar a los munícipes y a la Banda Municipal fuera costumbre arraigada en los años cuarenta del siglo pasado ni que fueran tiempos propicios para ello. Por eso el sucedido referido por el inolvidable cronista de Vitoria sorprende y acentúa la importancia de un pasacalle, inmortal para muchos, titulado Celedón.



Eduardo Valle

Gehiago Mariano San Migueli buruz / Más sobre Mariano San Miguel

lunes, 2 de octubre de 2017

UN RECUERDO PARA ‘EL TRENICO’

Aurtengo abenduaren 31n 50 urte izango dira Vasco Navarro Trena desagertu zela. Garraiobide ohiak oroitzapen onak utzi zituen, erabili genuen guztion baitan. Ondoko lerroak, gure bazkidea den Eduardo Valle Pinedok idatzita, omenaldi txiki bat dira, oraindik eregure oroimenean  bizirik gordetzen dugunon aldetik.


1919. Trenaren inaugurazioa
Si algo preocupó y entristeció a buena parte de la sociedad alavesa en 1967 fue la clausura del ferrocarril Vasco-Navarro, que unía Bergara con Estella pasando por Vitoria, punto donde radicaba su centro neurálgico. El origen de este proyecto ferroviario hay que buscarlo en la segunda mitad del siglo XIX y en su puesta en práctica tuvieron mucho que ver dos alaveses: Juan José y Joaquín Herrán, a quienes se dedicó de forma especial —también a otros miembros de la misma familia— la calle Los Herrán, en la que estuvo ubicada la estación denominada Vitoria Ciudad del ferrocarril que nos ocupa. Ambos se embarcaron en la empresa de unir Vitoria con zonas más septentrionales de Bizkaia y Gipuzkoa y a ello dedicaron buena parte de su vida e, incluso, de su fortuna. Como no fue posible lograr la suficiente financiación en el propio país, buscaron capitales en el extranjero, concretamente en Inglaterra. 

Así nació la empresa The Anglo-Vasco-Navarro Railway Company Limited, que consiguió inaugurar el primer tramo, de Vitoria a Salinas de Leniz, el 17 de febrero de 1889. Treinta años después, el 3 de septiembre de 1919, se puso en funcionamiento la línea hasta Bergara. Para entonces la razón social antes mencionada había dejado paso a la administración estatal de ferrocarriles, que se hizo cargo del servicio, dados los graves problemas económicos por los que éste atravesaba. El 23 de septiembre de 1927 —se van a cumplir noventa
Joakin Herran
años— se inauguró la otra sección del trazado ferroviario, la que unía nuestra ciudad con la localidad navarra de Estella.
Quedaban así comunicadas comarcas tan variopintas como el Alto Deba guipuzcoano, la Llanada y Montaña alavesas y Tierra Estella en el Viejo Reyno.


Pero hace cincuenta años, en 1967, saltaron todas las alarmas al surgir comentarios acerca del déficit que arrastraba ‘el Vasco-Navarro’ y la necesidad de su desaparición. No sirvieron de nada las gestiones realizadas por instituciones alavesas, guipuzcoanas y navarras ni la oposición mayoritaria de la ciudadanía. El último día del citado año ‘el Anglo-Vasco’, llamado también de forma cariñosa ‘el trenico’, dejó de funcionar. Unas trescientas familias se vieron abocadas al paro y muchísimos ciudadanos de las zonas antes mencionadas, obreros y baserritarras en su mayor parte, se quedaron sin un medio de transporte asequible —pocos disponían en aquellos años de vehículo propio—. Lo mismo les ocurrió a tantos y tantos montañeros, pescadores de cangrejos y asiduos a las fiestas de los pueblos del recorrido. Nadie comprendía las prisas por suprimir un servicio público de gran interés social sin haber hecho antes un estudio más detallado de las posibles soluciones a la falta de rentabilidad aducida. Imposible entender el cierre cuando los propios trabajadores ferroviarios daban cuenta de recientes acopios de material para la reparación y mantenimiento de diversos tramos de vía.  

Venator, que no era otro que Venancio del Val, resumió lo que suele ocurrir desde que el mundo es mundo en situaciones como ésta al escribir en Norte Expres: «habrá quien pretenda justificar la supresión del ferrocarril, quien con ello se sienta particularmente favorecido y hasta quien llegue a encontrar un negocio». En febrero de 1968 y en el mismo diario José Mari Sedano abundaba en el asunto y, de paso, inventaba una palabra para definir lo que acababa de suceder: «Hay cosas que no se comprenden; entre otras la del trenicidio de nuestro trenico». 

Cincuenta años después, sólo queda plasmar algunos de los recuerdos relacionados con ‘el trenico’ que quedan en nuestra ciudad y en Álava: rutas para paseantes y ciclistas donde antes serpentearon las vías, algunas estaciones brillantemente reformadas para diversos usos —otras han desaparecido— y tres calles vitorianas: la ya mencionada Los Herrán, la denominada Anglo-Vasco y la dedicada a Alejandro Mendizábal, ingeniero que diseñó el tramo de Vitoria a Estella.


                                                                                                 Eduardo Valle Pinedo

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Argazkiak: Gasteizko Udal Artxiboa 

domingo, 26 de febrero de 2017

CARNAVAL DE RECUERDOS



 Gasteizko Ihauteriak - Karnabalak- ez dira gaur egunekoak, idazlan honetan argi ikus daitekeen bezala. Historia hurbilean ere ongi islatuta geratu ziren gure aurrekoek bizi izandako jai erakuspen horiek, Garizumaren atarian ospatutakoak.
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Aunque parece que fue ayer, han sido muchos los años transcurridos desde
que se restauró el carnaval vitoriano tras el obligado paréntesis iniciado en 1936. El dieciocho de diciembre de 1978 se celebraba una reunión convocada por la Sociedad Indarra con el fin de poner en marcha aquel, para la mayoría, novedoso acontecimiento. Dos meses después, los carnavales gasteiztarras eran una realidad. A dicha reunión preparatoria acudieron como invitados Venancio del Val y Alfredo Donnay para explicar, por su experiencia personal, cómo eran los carnavales de antaño. Y Donnay, gran artífice de aquellos carnavales de los años treinta y anteriores, contó muchos recuerdos. Mencionó a la última comparsa que formó antes de la guerra  con el nombre de  Los Mandarines chinos. También habló de la que con el nombre de Los Incas había creado el año anterior, 1935. 
Foto: Ceferino Yanguas
Precisamente, entre las fotografías provenientes del Archivo Municipal que ilustran estas líneas, figura una de Ceferino Yanguas en la que aparece esa comparsa fácilmente identificable por su bandera y su atuendo. En la parte derecha, con corbata y boina, detrás de un inca que toca la guitarra, podemos ver al propio Donnay. La imagen está tomada en el patio del desaparecido cuartel de artillería situado en el lugar ocupado actualmente por el Corte Inglés, plaza de abastos y plaza de Santa Bárbara. El establecimiento militar, que ostentaba el nombre de General Alava había sido construido en 1890 y fue derribado en 1973. Anteriormente, ese espacio estaba ocupado por la Plaza del Ganado que de allí se trasladó a lo que fue Estación de Autobuses y ahora es el Artium...

Foto: Enrique Guinea
Las otras dos instantáneas, tomadas en esta ocasión por Enrique Guinea, son bastante anteriores.
En una de ellas, correspondiente al carnaval de 1911, se ven varios mandarines chinos ricamente vestidos, montados en elegantes carruajes en los que también figuran unos máscaras con chistera. Estos mandarines no tienen nada que ver con los de Donnay antes mencionados. La otra, corresponde al año siguiente, 1912. La carroza está perfectamente descrita en el periódico La Libertad de la época. Simulaba un gran bloque de nieve, sobre el cual habían instalado un trineo en el que iban montados siete alpinistas rusos que eran representados, según la información, por personas de dinero muy conocidas en la ciudad. El montaje lo realizaron los tallistas de la Catedral nueva, cuya construcción, iniciada en 1907, todavía no se había interrumpido. A partir de 1914, la obra permanecería inactiva durante más de treinta años...

Foto: Enrique Guinea
Ambas fotografías están sacadas en la actual plaza del Conde de Peñaflorida. Al fondo, podemos ver alzarse, esbelta, la torre de la iglesia de San Pedro, gracias a la ausencia de los números pares de las Cercas Bajas todavía sin construir. Los edificios de la izquierda eran instalaciones municipales que en diferentes épocas albergaron a los bomberos, limpieza pública, escuela, comedores económicos, biblioteca pública, farmacia municipal, lugar de ensayo para la banda y coros... hasta que fueron permutados con la Organización Sindical por el campo de fútbol de Mendizorroza en 1950. Derribadas las edificaciones, se construyó el inmueble que conocemos en la actualidad, inaugurado como sede de los sindicatos verticales en 1959. Hoy en día está ocupado por oficinas del Gobierno Vasco. Mañana...

Viendo estas antiguas imágenes, vehículo de viejos recuerdos y añoranzas, toda la vida parece un inmenso carnaval donde nos preguntamos ¿De qué se disfrazará mañana esto que pisamos hoy?
Nueva aportación del Celedón de Oro, Jose Maria Bastida "Txapi"
Jose Maria Bastida "Txapi" Urrezko Zeledonaren ekarpen berria

Argazkiak: Gasteizko Udal Artxiboa

miércoles, 15 de febrero de 2017

PREDICCIONES PARA 1957: ¿QUÉ PASARA EN VITORIA?

Josemari Velez de Mendizabal Urrezko Zeledona berriz agertzen zaigu txoko honetara, oraingoan Venancio del Valen iragarpen bat oroitaraziz. Eskerrik asko.

El Celedón de Oro Josemari Velez de Mendizabal aparece de nuevo en este rincón, esta vez recordándonos una predicción de Venancio del Val. Gracias, compañero.

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Revisando antiguos periódicos me he topado en el Pensamiento Alavés de 2 de enero de 1957 un artículo firmado por “Vitoriano de Álava” pseudónimo que, como casi todo el mundo sabe, utilizaba Venancio del Val. Me atrevo a trasladar a este rincón parte del citado escrito, lo que me permite acercar un poquito la figura de aquel vitoriano maestro de la pluma. Decía: 

Lo que puede pasar.
Sin duda que otras muchas realizaciones se han de ver durante el presente año. Entre ellas esperamos poder ver, por fin, la reanudación de las obras de la nueva Prisión provincial, en el campo de los Palacios. Creemos que darán comienzo los de construcción de la Casa del Movimiento, con lo que llegaremos a conseguir que se cierren los solares de Olaguíbel. Y también es de esperar las obras de la Casa Sindical. 

Venancio del Val
En plan de construcción tendremos ocasión de ver cómo se levantan los diversos grupos de casas pendientes y tal vez la modificación de varios lugares céntricos de la Ciudad. Acaso veamos la transformación de los jardines de Amárica; hecho el derribo de las esquinas Independencia-Fueros y Ortiz de Zárate-Rioja, sobre cuyos solares la Caja Provincial de Ahorros ha de levantar modernos edificios; así como las edificaciones previstas por la otra Caja en la Plaza de la Provincia, Iradier y Los Herrán; como también el grupo conmemorativo de la coronación de la Virgen Blanca, en la calle de este nombre. 

Esperamos ver la reorganización de diversos servicios municipales, tales como los referentes a circulación y limpieza. Se llevarán a término los estudios para la reorganización del Santo Hospital que conmemorará los cuatro siglos de la construcción de su actual edificio. Y para final de año se efectuarán nuevas elecciones para renovación de las Corporaciones” 

Han transcurrido sesenta años desde aquel augurio ¿Acertó Vitoriano de Álava en su predicción?  Lo dejo como ejercicio para el lector de este blog. Así mismo, como referencia de lo que se aproximaba en aquel referido año, Venancio del Val recordaba a sus lectores algunas de las fechas a tener en cuenta en 1957. No está de más que lo volvamos a poner, tal como lo hizo
Casa del pintor Amárica, 1958
aquel referente del periodismo alavés:
 

Conmemoraciones señaladas 
Una de las conmemoraciones más destacadas ha de ser la de los cincuenta años del comienzo de las obras de la Catedral nueva, junto a igual tiempo de la inauguración del Asilo provincial, en los primeros días de agosto.

Un siglo se cumplirá del fallecimiento del virtuoso sacerdote don Ambrosio Aguirre, fundador del Seminario Eclesiástico que llevó su nombre, actual Residencia de Aprendices. Y medio siglo del óbito de uno de los alcaldes más populares que Vitoria ha tenido, cuyo nombre recuerda una de nuestras modernas plazas: Don Francisco Juan de Ayala” 

Por cierto, Venancio del Val fue Celedón de Oro 1966. Falleció en 2004.

Fotografías: 
Venancio del Val: El Correo
Amarica: José María Parra. Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.