lunes, 28 de mayo de 2018

EN TORNO A UN PASACALLES


Aurten ehun urte betetzen dira Mariano San Miguelen "Celedon" kalejira lehen aldiz jo zenetik. Eta gure txoko honetan toki eman nahi diogu efemerideari. Gaur ere, Eduardo Valle lagunaren bitartez, beste ekarpen bat dakargu, gasteiztarrrongan hain sustraitua dagoen musika martxa horren gain gehiago jakin dezagun. Eskerrik asko, Eduardo.

Es oír los primeros compases del pasacalle Celedón y cualquier gasteiztarra sabe que la cosa va de fiesta. Sea del cuatro al nueve de agosto, en el regreso de la romería de Olárizu o en la entrega del premio Celedón de Oro en el teatro Principal.

Lo cierto es que esta pieza musical es un elemento propio en el discurrir festivo de Vitoria. Y es que, tras su estreno en 1918, Celedón entró a formar parte del acervo folclórico de nuestra tierra y pasó a ser referente en la ambientación musical propia de las festividades vitorianas.Es decir, poco menos que insustituible, como lo demuestra la anécdota que publicó Venancio del Val en el diario El Correo en referencia a lo acontecido en el inicio de las fiestas de 1948, año en el que la partitura que nos ocupa cumplía treinta años.

El cuatro de agosto de ese año el ayuntamiento, en corporación, se dirigía a las solemnes vísperas que iban a tener lugar en la iglesia de San Miguel acompañado de la Banda Municipal. Ésta, con José María González Bastida al frente, comenzó a tocar el protocolario y elegante Alkate Soinua, arreglado y armonizado para la ocasión y con el visto bueno del  consistorio.

Cuenta del Val que el público que presenciaba la comitiva prorrumpió en una “pita estrepitosa” como protesta por la novedad musical a la que estaba asistiendo, dado que era el Celedón de Mariano San Miguel la pieza con la que se acostumbraba a iniciar las fiestas.

El director de la banda, dándose cuenta de lo que ocurría, paró la interpretación y, tras unos momentos, los músicos se arrancaron con el pasacalle que todos querían oír y que acompañó a la corporación hasta la iglesia.  Hasta aquí, a modo de resumen, lo relatado por el recordado Venancio del Val en 1973. 

No creo que silbar a los munícipes y a la Banda Municipal fuera costumbre arraigada en los años cuarenta del siglo pasado ni que fueran tiempos propicios para ello. Por eso el sucedido referido por el inolvidable cronista de Vitoria sorprende y acentúa la importancia de un pasacalle, inmortal para muchos, titulado Celedón.



Eduardo Valle

Gehiago Mariano San Migueli buruz / Más sobre Mariano San Miguel

3 comentarios:

  1. Pasadizo bikaina!!! Mila esker Eduardo Valle!!!

    ResponderEliminar
  2. En este enlace está el comentario que hacía de la anécdota el Pensamiento Alavés del 6 de agosto de 1948.
    https://drive.google.com/file/d/1WRPHiHYJnXfUyzvTHv7E-2N9qGMcQDkJ/view?usp=sharing

    ResponderEliminar
  3. El Alkate soinua era un arreglo José María González Bastida para banda de txistularis y banda de música. La partitura se conserva en el Archivo de la banda municipal. En el reverso de las oarticcelas se encuentra él pasacalles “ya vienen lis blusas” también del mismo autor y también en un arreglo para txistu y banda. Esto me hace suponer que son dis trabajos hechos en la misma época por el entonces director de la banda municipal y con intención de estrenarlos de manera conjunta.

    ResponderEliminar