martes, 21 de mayo de 2024

TRAS LAS HUELLAS DE ÁLAVA EN LAS CALLES DE MADRID. Un paseo por Chamberí (1)


Chamberi auzoa / Barrio Chamberí

Eduardo Madinaveitia gure bazkidea Madrilen bizi da eta behin jubilatuz gero Espainiako hiriburuan zehar ibiltzen da, eraikin ikusgarri edota bitxiak erretratatzen eta dokumentatzen, eta bere sare sozialean  MIS PASEOS POR MADRID titulupean argitaratzen.

Orain gure txoko honetan publiaktzera animatu da. Eta Chamberi auzotik ekin dio. Eskerrik asko Eduardo!

El socio de Celedones de Oro Eduardo Madinaveitia vive en Madrid y una vez jubilado dedica mucho de su tiempo a pasear por la capital de España, retratando y documentando edificios y rincones singulares y los publica en redes sociales bajo el epígrafe de MIS PASEOS POR MADRID.

Ahora se ha animado a publicar en este nuestro rincón. Y comienza con el barrio Chamberí. ¡Muchas gracias Eduardo!

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Llevo casi cincuenta años viviendo en la misma casa del barrio de Chamberí de Madrid pero, hasta que hace unos meses tomé un café con Josemari, mi compañero de Preu de hace aún más años, no se me había ocurrido la idea de pasear por Madrid buscando huellas de Álava. Esta vez tampoco se me ocurrió; la idea fue suya. Y me pareció una buena idea.

Estoy seguro de que la huella de Álava es mayor de lo que voy a reflejar en estos artículos. Desde que me lo propuso he encontrado áreas enteras con nombres de pueblos de Álava por la zona de Coslada y por la de Fuencarral/El Pardo. Así que la idea va a dar para más de un artículo. Pero vamos a empezar por lo fácil, lo que me pilla cerca de casa.

Nada más salir me encuentro con la calle Zurbano. Y aunque el nombre de la calle no se deba al pueblo de las proximidades de Vitoria sino al general de ese apellido, nacido en Varea, La Rioja, veo que en una de sus variadas intervenciones en las guerras civiles del siglo XIX creó un “Batallón de Voluntarios de la Rioja Alavesa” para apoyar la causa isabelina. En 1845, tras una sublevación apoyando a Espartero, es capturado y fusilado en Logroño junto a sus dos hijos.

En el inicio de la calle, en su esquina con Génova, justo enfrente de la actual sede del PP, estuvo durante muchos años la sede en Madrid del Banco de Vitoria.

Academia de Cine

La calle de Zurbano está llena de edificios singulares. Muy cerca de ese comienzo en la calle Génova está un palacete del siglo XIX, actual sede del ICAA (la Academia de Cine); si damos unos pasos más nos encontramos con el Palacio de los Marqueses de Casa Riera, en el que nació en 1928 la Reina Fabiola de Bélgica. Actualmente, con el nombre de Palacio de Zurbano, es la sede del Ministerio de Fomento. 

Palacio de Zurbano

Zurbano es una calle en la que convivían edificios oficiales junto a varias embajadas. Poco después de su cruce con la Calle Almagro nos encontramos con la Embajada de Suecia y enfrente el Hotel
Santo Mauro, que hace años era la Embajada de Filipinas (y antes la de Canadá o la de Rumanía). El edificio fue construido a finales del siglo XIX, con proyecto del arquitecto Juan Bautista Lázaro, para el Duque de Santo Mauro, cuyos descendientes siguen ostentando la propiedad del edificio. Recientemente se ha procedido a una remodelación de la mano del interiorista Lorenzo Castillo. Es uno de los hoteles de más lujo de Madrid. Sus tranquilos jardines merecen una visita. 

Hotel Santo Mauro

Pero volvamos hacia atrás, por la calle Almagro. Llegamos así a la Calle Sagasta donde en su número 12 una placa nos recuerda que en ese lugar vivió y murió el músico vitoriano Jesús Guridi, autor de la zarzuela El Caserío, de la ópera Amaya y de las Diez melodías vascas, entre otras muchas obras. 

Placa recordando a Guridi

Si cruzamos a la acera de los impares y avanzamos unas pocas manzanas nos encontramos con la calle Eguilaz. Como no he podido encontrar el origen de este nombre (en el barrio abundan las calles que hacen referencia a las guerras del siglo XIX y ahí podríamos encontrar una explicación) voy a suponer que se debe a nuestro pueblo, famoso por su Dolmen. En el otro extremo de la calle, justo en la esquina con la calle Luchana, nos encontramos con uno de los edificios modernistas más interesantes de Madrid. El antiguo Palacete de Pilar Portero es ahora un edificio de viviendas. Se construyó en la segunda década del siglo pasado con proyecto del arquitecto Ricardo Marcos Bausá. Toda la fachada merece un rato de contemplación, especialmente los balcones, la puerta y los decorados de las ventanas. Es uno de los mejores exponentes del, por otra parte escaso, art nouveau madrileño.

Palacete de Pilar Portero

Si giramos hacia la derecha en la calle Luchana sólo tenemos que subir unos pocos cientos de metros para encontrarnos otra calle con resonancias vitorianas. El que fuera Presidente del Gobierno Eduardo Dato no era precisamente alavés, pero todos los gasteiztarras hemos paseado por la calle Dato y hemos contemplado en el Parque de la Florida la estatua del presidente asesinado en 1921 en Madrid.

La calle de Eduardo Dato también merece un paseo contemplando sus edificios singulares. Ya en su primera manzana nos encontramos con el Colegio Blanca de Castilla (antiguo de las Damas Negras). Construido con proyecto de Vicente Lampérez es un edificio de ladrillo visto (como otros de la misma calle), con elementos modernistas y art nouveau. En mi caso tiene además un aspecto entrañable: es el colegio en el que estudió mi hija Usúe y ahora lo hace mi nieto Unax. También pasaron por el cole un buen número de famosas: la actriz Elsa Pataki, la modelo Nieves Álvarez, la deportista Coral Bistuer o la actual presidenta de la comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso. 

Colegio Blanca de Castilla

Sólo hay que cruzar la calle Fernández de la Hoz y nos encontramos con otro gran edificio de ladrillo, el actual Colegio Nicoli, hasta hace poco de San Diego y San Vicente de Paul. Fundado como asilo de San Diego y San Nicolás a principios del siglo XX por iniciativa de los marqueses de Vallejo. Tras la guerra civil fue sede de la escuela de Magisterio de la Iglesia. 

Colegio Nicoli

Si avanzamos un poco más, veremos la torre neomudéjar de la Iglesia de San Fermín de los Navarros. Se construyó entre 1886 y 1890 con proyecto de los arquitectos Eugenio Jiménez Corera y Carlos Velasco. Desde 1995 es Bien de Interés Cultural. Es el centro de reunión de nuestros vecinos navarros en la capital. Es un edificio con una curiosa mezcla de estilos, desde el neomudéjar del exterior al neogótico de sus tres naves. 

Iglesia de San Fermín de los Navarros

Ya hacia el final de la calle, muy cerca del Paseo de la Castellana nos encontramos con la Glorieta de Rubén Darío, que está rodeada de edificios singulares.

Palacio Valencia de Don Juan

Si avanzamos un poco más, podemos admirar otro edificio de ladrillo con características neomudéjares, el Palacio de Don Guillermo de Osma, construido en 1916 para albergar la sede del Instituto Valencia de Don Juan, con proyecto del arquitecto Enrique Fort, si bien ha experimentado varias ampliaciones y remodelaciones. En la actualidad es una de las sedes del Defensor del Pueblo.  La otra, se sitúa justo en la esquina de dos calles de las que he hablado, Zurbano y Eduardo Dato, pero el edificio no es tan característico.

Ya estamos cerca del final de este breve recorrido. Si cruzamos al otro lado de la calle y avanzamos por la de Fortuny, nos encontramos con otra calle de resonancias alavesas, la del Marqués de Riscal. Aunque ese marquesado no sea propiamente alavés, cuando oímos ese nombre lo primero que se nos viene a la cabeza es la bodega centenaria radicada en Elciego. Y ahora incluso el Hotel del mismo nombre diseñado por Frank Ghery.

Frontón Beti Jai

La calle Marqués de Riscal está llena de edificios señoriales, pero hay uno que se ha convertido en visita obligada: el Frontón Beti Jai. Inaugurado en 1894, abandonado durante muchos años y restaurado recientemente, entre los años 2015 y 2019. Promovido por el donostiarra José Arana, se realizó con proyecto de Joaquín Rucoba, autor también del edificio del Ayuntamiento de Bilbao y de la plaza de toros de Málaga. Su parte exterior recuerda a una plaza de toros, pero la belleza está en su interior: las gradas recuerdan a las corralas de algunos barrios de Madrid. Para visitarlo es necesario reservar plaza en alguna de las numerosas visitas guiadas, que son gratuitas. 

 

Testua eta argazkiak: Eduardo Madinaveitia (Mis paseos por Madrid)

 

2 comentarios:

  1. Bonito recorrido. Gracias Eduardo

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  2. Benetan interesgarria. Mila esker Eduardo! Muy interesante el artículo, muchas gracias Eduardo por los datos que aportas. Repito, muy interesante.

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