domingo, 8 de junio de 2025

SUSANA ARECHAGA HIL DA - HA MUERTO SUSANA ARECHAGA


Hil da Susana Arechaga Urrezko Zeledonen bazkidea. Arabako erlijios-artearen adituaren galerak dolu-agerpenak ekarri ditu gaur lurraldeko kultura zirkulu askotara. Ikerlari, irakasle eta dibulgatzaile trebe bat joan zaigu.

2017ko maiatzaren 15ean eskaini zigun hitzaldiaren transkripzioa jartzea iruditu zaigu une ilun hauetako oroitzapenik zintzoena.

Goian bego, Susana Arechaga!

Ha fallecido Susana Arechaga, socia de Celedones de Oro. La pérdida de esta experta en arte religioso ha vestido de luto el mundo cultural alavés. Perdemos a una talentosa investigadora, docente y comunicadora en su especialidad. Ello fue lo que le trajo a formar parte de nuestra asociación.

Publicar su conferencia del 15 de mayo de 2017 es el testimonio de admiración más sincero en estos momentos.

¡Descanse en paz, Susana Arechaga!


ARTE MONUMENTAL EN ÁLAVA

Susana María Arechaga Alegría

Profesora Historia del Arte

 

Presentación

Dos conceptos son básicos en esta disertación “arte” y “monumento”. La combinación del interés artístico, y por lo tanto histórico, con la monumentalidad, da como resultado el elenco de bienes protagonistas de la charla.

Nuestro objetivo es la aproximación a la historia monumental alavesa a partir fundamentalmente de la arquitectura, pero no exclusivamente. El término monumento ha ido cambiando su contenido a lo largo del tiempo y de ser un “recuerdo” del pasado, en su versión etimológica latina,  se fue convirtiendo en  la denominación de los bienes arquitectónicos más sobresalientes por su antigüedad y estética, dentro dela jerga jurídica patrimonial europea desde el siglo XIX. En las actuales legislaciones (Ley de Patrimonio Histórico Español, de 1985 y Ley de Patrimonio Cultural Vasco, de 1990) adquieren la denominación de monumento los bienes individuales singulares de distintas características y materialidad, habiéndose ampliado mucho el concepto.

En cualquier caso, nosotros analizaremos brevemente los bienes correspondientes a la arquitectura y la escultura monumental (retablos) que cuentan con la máxima calificación patrimonial como Bienes Culturales Calificados, dentro de la categoría de Monumento y, por su especial significación y valor artístico también mencionaremos la pintura monumental, especialmente del siglo XVI.

 

Contextualización

Las manifestaciones materiales de un pueblo vienen determinadas en primer lugar por el marco geográfico en el que se desarrollan. Aprendí de la insigne historiadora vitoriana Dña. Micaela Josefa Portilla Vitoria  que primero hay que prestar atención a la geografía. La climatología y orografía del terreno: las montañas, los ríos…en definitiva, los elementos naturales marcan las comunicaciones y los establecimientos humanos y, por tanto, todas sus manifestaciones vitales. Lo primero que debemos de tener en cuenta es que la tierra alavesa, tan diversa y rica en su geografía física, a pesar de su pequeñez, siempre fue una encrucijada entre diversas rutas de comunicación, tierra abierta,  enriquecida por esa circunstancia en muchas cuestiones como en las manifestaciones artísticas a las que hoy, de manera resumida, prestamos atención.

El contexto histórico en el que se circunscribe esta charla es el comprendido entre la Edad Media y el alborear del siglo XX. Los momentos más antiguos de nuestra historia (Prehistoria y Romanización) son más objeto de estudio de la arqueología que de la historia del arte. Podemos afirmar que los testimonios de  arte monumental en Álava comienzan a ser abundantes en la Edad Media, de la mano de los templos (como soportes del resto de las artes) y de la arquitectura fortificada. Desde esos momentos hasta la época contemporánea, realizaremos una revisión de los monumentos más sobresalientes entre los que se incluyen más de una veintena de retablos y llamaremos la atención sobre la singular abundancia de pinturas murales durante el Renacimiento y el Barroco.

Reseña del arte monumental alavés

Como en la mayor parte de Occidente, el arte religioso cristiano constituye el patrimonio histórico-artístico más importante de nuestro territorio.

Se puede considerar el fenómeno del eremitismo, durante la Edad Media en la mitad meridional de Álava, junto con algunos restos arqueológicos de primitivas basílicas, como los más antiguos vestigios monumentales vinculados con la fe cristiana. Nuestra Señora de la Peña en Faido (Monumento Nacional de Euskadi desde 1984) es el templo más antiguo de la Comunidad Autónoma Vasca que mantiene el culto. El eremitismo vincula a nuestra tierra a un ámbito más amplio como el de las cuevas artificiales y eremitorios riojanos o sorianos.

 


Con el Románico se puede hablar de recuperación de la expresión artística y monumental en Álava, dados los escasos vestigios prerrománicos. En primer lugar la creación de una diócesis con sede en Armentia hasta el siglo XI  y, en segundo lugar, la presencia del Camino de Santiago, fenómeno de vital importancia para la homogeneización de formas constructivas e iconográficas en la Europa feudal, supusieron un acicate para la construcción de templos y monasterios. El ramal del camino que desde Irún y Hondarribia, por el valle del Oria y el Túnel de San Adrián, llegaba a Álava para enlazar con la ruta principal en la Rioja o en Burgos  (incluido desde 1962 en la declaración del Camino principal) hizo posible el levantamiento de nuevos edificios religiosos, hospitales, y también la adopción de nuevas devociones como las de San Martín, Santa María Magdalena, Santa Marina, etc.

Los monjes benedictinos se asentaron en Estíbaliz. Ellos fueron fundamentales para la confección y difusión del primer estilo artístico internacional cristiano, es decir el Románico, en Europa Occidental, y este hecho es constatable igualmente en nuestro territorio.

 


Son abundantes, por tanto, los restos románicos en Álava, en el las zonas donde el eremitismo y los monasterios prerrománicos existieron (Valdegovía, Treviño y Montaña Alavesa) y en torno a los dos monumentos más importantes del románico vasco, la basílica de Armentia y el monasterio de Estíbaliz. La Asunción de Tuesta y San Juan de Marquínez, completan lo más granado de esta pequeña selección de monumentos protegidos desde antiguo (1931) por su antigüedad e interés histórico y artístico.

El Románico fue la estética de la época feudal. En un tiempo de enfrentamientos y luchas castillos y torres fuertes, perfilaban el territorio. Igualmente se conciben los templos, como verdaderas fortalezas de Dios.

En cuanto a las fortalezas de los humanos poseemos numerosos ejemplos de arquitectura monumental fortificada con sus respectivas declaraciones, que podemos dividir en varias tipologías: Castillos,torres y casas-torre, recintos fortificados de villas medievales e iglesias-fortaleza.

El mundo del castillo no fue en nuestro territorio tan representativo de la arquitectura fortificada como en otros lugares. Restos de castillos interesantes son los de Portilla, Ocio o Astúlez.

Vinculados al proceso de fundación de villas (fueros de los siglos XII, XIII y XIV) nos encontramos en Álava con recintos fortificados de interés (conservando murallas, puertas y otros elementos, de manera desigual) y con cascos medievales conservados y dignos de tenerse en cuenta tanto desde el punto de vista urbanístico como arquitectónico. Tales son los casos de Vitoria-Gasteiz,Laguardia, Labraza, Salinillas de Buradón, Labastida, Salvatierra-Agurain, Antoñana y Bernedo, por citar los más antiguos y principales.

 

A la vez que se estaba produciendo el fenómeno de agrupación poblacional promovido por los reyes (como en el resto de Europa) en un intento de frenar el poder y la ambición de los señores de la tierra, es decir, promoviendo el renacer de la ciudad, en Álava se levantan numerosas construcciones fuertes: casas-torres, murallas, iglesia-fortaleza…la investigación de Dña. Micaela Josefa Portilla Vitoria respecto a las torres y casas fuertes en Álava fue fundamental para conocer la historia medieval de nuestro territorio y también para la revalorización de estos elementos monumentales, conocidos de manera genérica pero, a partir de entonces, de una forma más científica, con división en tipologías, etc. En el origen del Centro de Patrimonio Cultural Vasco (1991) estos inmuebles ocuparon el segundo lugar en número y entidad, tras el patrimonio religioso. Las torres de Mendoza, Mártioda, Guevara, Quejana, las dos de Fontecha y la de los Varona en Villanañe, son Monumentos desde 1984. Otro dato que revela la importancia concedida a estos inmuebles patrimoniales se observa en la señalización de los Monumentos en Euskadi, colocando la primera placa en acto institucional en la alavesa Torre de Mendoza, solar de la familia de los Mendoza, muy poderosa a lo largo de la Edad Moderna.

Las casas-torre son edificios de grandes dimensiones que, por su verticalidad, destacan sobre el resto del caserío en el agro alavés. Fueron construidas por la nobleza con jurisdicción y formaron parte del sistema de apoyo militar en las luchas banderizas, que en Álava se dirimían entre los Guevara y sus fieles (bando gamboíno) y los Mendoza y los suyos (bando oñacino). El estudio de las torres y casas-fuertes va más allá de la historia local pues están directamente relacionadas con la historia medieval de los reinos de Castilla y Navarra, dada la estratégica situación de las tierras alavesas entre ambos reinos.

La cronología más fecunda para este tipo de construcciones va del siglo XIII al XV. Existen torres tardías que realmente son palacios torreados, como la torre de los Molinillo-Velasco en Artziniega.

Lo cierto es que este tipo de construcción, con sus blasones y elementos militares tuvo una gran perdurabilidad en nuestro territorio. Como vivienda noble se mantuvo incluso hasta el siglo XVII en algunos casos. La función simbólica (el poder y superioridad de un determinado linaje sobre el resto de la población) es la que hizo perdurar las formas y elementos fortificados hasta el anacronismo.

Son escasas las casas torres urbanas que han perdurado hasta el día de hoy, la torre al interior de la popularmente conocida como “Casa del Cordón” en Vitoria-Gasteiz es un ejemplo singular desde el punto de vista artístico pues ese trata de  un ejemplar únicoque conserva la planta noble con la cubrición original, una bóveda pétrea estrellada y policromada de gran belleza, dentro del estilo Gótico.

 


Finalmente existen iglesias monumentales en nuestro territorio que tienen un aspecto castrense pues devienen de castillos y torres: Sojo, Elvillar, Samaniego o Urbina de Basabe.

La cultura del Gótico dejó una profunda huella en las manifestaciones arquitectónicas del País Vasco, tanto en los elementos fuertes mencionados como, sobre todo, en los templos.

El Gótico se extiende desde Álava a los vecinos territorios de Bizkaia y Gipuzkoa. Desde finales del siglo XIII, pero especialmente en el siglo XIV se levantaron soberbios templos en las recién creadas villas en relación con dos focos de influencia: Pamplona y Burgos. San Juan y Santa María de los Reyes en Laguardia, así como San Pedro y Santa María de Vitoria, son ejemplos de este primer quehacer gótico con sendas declaraciones en 1931.

 


El Gótico fue una manera nueva de ver la vida. Dentro de una sociedad sacralizada pero animada por las órdenes mendicantes y las Universidades, el ser humano adquiere mayor confianza en sí mismo y se produce el acercamiento Hombre- Dios. Este fue el acicate para la verticalidad del estilo. Las catedrales góticas, comenzando por Francia, son las mejores representaciones de una nueva época. La luz que por las vidrieras polícromas inunda el templo significa la presencia del mismo Dios entre los seres humanos.

El arte gótico se desarrolla hasta el siglo XVI en la arquitectura religiosa. Es el momento del perfeccionamiento del oficio de la cantería, donde los artistas vascos destacaron especialmente en el siglo XV. Álava fue viendo como poco a poco todos los templos abrazaban esta estética. Incluso algunos anteriores, manteniendo sus cabeceras románicas, recrecen en gótico. Destacan las fábricas de la parroquia de Santa Cruz de Campezo, de San Juan y Santa María de Salvatierra-Agurain, entre otras muchas.

La inercia del Gótico hizo posible que en pleno Renacimiento, en el siglo XVI, se levantaran templos cuyas bóvedas seguían siendo nervadas, pero los pilares se sustituyeron por columnas y el espacio se uniformizó entre naves, se trata del fenómeno conocido como de “iglesias de salón, columnarias o gótico vasco” mucho más abundante en el resto del territorio vasco donde el gótico fue más tardío que en Álava. En Vitoria-Gasteiz tenemos un importante monumento de esta tipología: la parroquia de San Vicente Mártir.

La escultura monumental en portadas de templos góticos es de gran calidad, especialmente sobresaliente es la portada policromada de Santa María de los Reyes de Laguardia.

 

Otras artes van a engalanar estos soberbios edificios. La pintura mural se ha perdido en muchos casos pero destacamos las pinturas del siglo XIV de las parroquias de Alaiza y Gaceo. Recientemente se ha incorporado al estudio del arte monumental alavés el de la pintura mural del siglo XVI, de la mano del profesor D. Pedro Luis Echeverría Goñi. Existe en Álava una buena muestra de pintura mural de distintas características y formas (desde decoración de bóvedas al fingimiento de retablos) que hizo posible el florecimiento de profesionales en esta materia dada la demanda para tantas iglesias que no podían permitirse construir, por ejemplo, retablos. Ejemplos muy interesantes son: las pinturas del presbiterio de la parroquia de Gardélegui, las de las bóvedas de Urbina y las de Ollávarre.

 



A partir de estos momentos se añaden al arte monumental alavés los retablos. Los retablos son muebles litúrgicos diseñados como sermón visual y escenario del sacrificio. Se trata de unas obras de arquitectura compuestas por piezas, generalmente de madera, que se realizan en función de un altar, el sacrificio de la Eucaristía y la celebración de la misa. Albergan imágenes pintadas o de talla que representan en serie o aisladas una historia. Más de una veintena de retablos alaveses tienen la categoría de Monumento.


Los siglos de oro de la retablística son los siglos coincidentes con la edad moderna (siglos XVl ,XVll y XVlll).


Desde el siglo XV se difunden los grupos escultóricos en forma de trípticos y polípticos. El más antiguo del País Vasco calificado como monumento es el magnífico políptico de Yurre en Álava. En el tránsito del siglo XV al XVl  ya aparecen algunos retablos de notables dimensiones, entre los que destaca el retablo mayor de la parroquia de Elvillar que entra de lleno en el Renacimiento.




Otros retablos de estos momentos son los de la ermita de La Encina en Artziniega o el del Dulce Nombre de Vitoria-Gasteiz.


Avanzando en el siglo XVI se llega al “Romanismo” que es un movimiento a través del cual se difunden los modelos de Miguel Ángel, y que en el País Vasco está muy bien representado. Retablos, como el mayor de la parroquia de Estavillo, el de la de Lanciego, el de Santa María de Salvatierra-Agurain o el de Santa María de Laguardia son magníficos ejemplos.


El siglo XVI se manifiesta plenamente renacentista por promoción civil. Hombres de origen vasco ocuparon puestos importantes en la administración o en la milicia y levantaron en su tierra palacios y capillas. Un conjunto único en nuestra tierra se localiza en Vitoria-Gasteiz. Son los palacios de Escoriaza-Esquivel, de Aguirre (hoy Montehermoso), de Salinas (hoy de Villasuso) y el Palacio de Bendaña. Todos ellos se organizaron a partir de patio interior mayormente de arquerías.

 


Así como la actividad constructiva vive su siglo de oro de mediados del XV a mediados del XVI, durante la centuria siguiente se observa un retroceso debido a la crisis económica generalizada durante los reinados de los últimos Austrias. No obstante, el Barroco también ha dejado en Álava interesantes conventos, palacios (especialmente valioso este patrimonio civil en Rioja Alavesa), nuevas tipologías edificatorias como casas consistoriales (ayuntamiento de Labastida) y sobre todo magníficos retablos.


Especial mención hay que hacer del convento de la Purísima, hoy conocido como de San Antonio en la capital alavesa. Con la construcción de su iglesia se instaura en el País Vasco en primer barroco, el barroco desornamentado castellano, así como la manera de tallar retablos del gran taller vallisoletano de Gregorio Fernández. Desaparecido el retablo original de este convento, se yergue como su digno sucesor  el maravilloso retablo mayor de la parroquia de San Miguel Arcángel de nuestra ciudad.


El retablo mayor de la Asunción de Labastida es del último barroco, del “churrigueresco”. En él se inaugura la columna salomónica que tanto éxito tendrá en la retablística vasca posterior. Dentro de este patrimonio diremos que también son monumentos el retablo rococó de Salinillas de Buradón y, como epílogo, el neoclásico de San Pedro de Araia.


Maravillosa pintura mural barroca se produce en las parroquias riojanas de Moreda, Labastida etc.


Con el Neoclasicismo comienza una nueva época en la historia del patrimonio arquitectónico y urbano. De 1750 a 1840  la arquitectura ligada al proceso ilustrado no se limita a un cambio de estilo,  es algo completamente nuevo: la dimensión funcional determinará el hecho urbano.


El empuje demográfico, la prosperidad económica y el impulso de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, harán posible un desarrollo urbano como no se había producido desde el proceso de fundación de las villas en la Baja Edad Media, así como un espectacular desarrollo de la arquitectura civil. Vitoria-Gasteiz en este momento es ejemplar, llevando a cabo toda una renovación urbana, comenzando por la creación de la primera plaza mayor gracias al ingenio del mejor de los arquitectos neoclásicos del Norte Peninsular: Justo Antonio de Olaguíbel.  Éste, apoyado por el entonces Alcalde ilustrado D. Ramón Mª de Urbina y Gaitán de Ayala Marqués de la Alameda, pudo realizarla. El salto de la colina al llano se produce en estos momentos en la ciudad  con la construcción de los Arquillos, del Nuevo Teatro, del Palacio Foral, del Instituto de Segunda Enseñanza, la Cárcel y el parque de la Florida. Vitoria-Gasteiz vivirá una verdadera época de desarrollo arquitectónico y cultural hasta mediados del siglo XIX. Plaza Nueva y Arquillos son monumentos declarados en el año 1984.

 


Finalmente mencionar el templo de mayores dimensiones del patrimonio alavés: la Concatedral de María Inmaculada, Madre de la Iglesia, conocida popularmente como Catedral Nueva. Este templo, de turbulenta historia, es el único levantado (a partir del proyecto de Julián Apraiz y Javier de Luque) como catedral en el País Vasco. Una obra neogótica donde ese historicismo y la vanguardia del modernismo en la escultura de la cripta ponen de manifiesto la tradición y el progreso como debate artístico de esos momentos.

 

 Argazkiak: UZ-CO


1 comentario:

  1. Arabar arte-historiako ikerkuntza eta zabalkuntzarako galera. Goian Bego Susana. Triste noticia la del fallecimiento de una socia notable de Celedones de Oro. Sin duda una gran pérdida para la investigación y difusión del arte religioso de mescansa abrazada por fín a Carlos y Gonzalo.

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